La compañía británica de petróleo BP ha informado de una drástica disminución en sus ganancias del cuarto trimestre, lo que ha llevado a sus directivos a replantear su estrategia empresarial en un contexto marcado por la volatilidad del mercado energético global. En el último trimestre, BP reportó un beneficio de 1.169 millones de dólares, una notable caída en comparación con los 2.990 millones de dólares de ganancias obtenidas en el mismo periodo del año anterior. Este descenso se produce a pesar de que las expectativas de los analistas se situaban en torno a los 1.200 millones de dólares.
Además, la deuda neta de la empresa alcanzó casi los 23.000 millones de dólares, lo que representa un aumento del 10% en comparación con el año anterior. La inversión de capital durante el trimestre cayó a 3.700 millones de dólares, una reducción significativa respecto a los 4.700 millones de dólares invertidos en el cuarto trimestre de 2024. Murray Auchincloss, CEO de BP, ha declarado que la empresa está «reconfigurando» su cartera y ha logrado un «progreso sólido» en la reducción de costes, con planes de realizar una reestructuración más profunda.
Desafíos y oportunidades en el mercado energético
Las grandes empresas energéticas han enfrentado una transformación en el mercado durante el último año, especialmente después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y las sanciones impuestas por Occidente. Esta situación ha provocado un descenso en los precios del crudo, que habían experimentado un repunte inicial. En su actualización comercial de enero, BP señaló un aumento en los costes corporativos y márgenes de refinación más bajos en el cuarto trimestre, además de cargos extraordinarios relacionados con su adquisición de bioetanol.
En comparación con sus competidores, BP ha registrado un rendimiento inferior, con una caída del 9% en el valor de sus acciones en el último año, frente a un aumento del 6% en las acciones de Shell. Recientemente, la noticia de que el fondo activista Elliott Management ha adquirido una participación en BP ha generado especulaciones sobre posibles presiones para que la empresa modifique su enfoque en sus negocios de petróleo y gas.
BP ha intentado revertir su situación a través de una reestructuración significativa que incluye la reducción de su liderazgo y un objetivo de ahorro de al menos 2.000 millones de dólares para finales de 2026. En enero, la empresa anunció la eliminación de 4.700 puestos de trabajo como parte de su estrategia de reducción de costes y está buscando compradores para sus activos de refinación en Alemania. Sin embargo, persisten dudas sobre la claridad de la dirección estratégica de BP, especialmente en relación con sus ambiciones en energías verdes, con un próximo anuncio de estrategia programado para el 26 de febrero.
Analistas de RBC han destacado la importancia de que BP logre equilibrar su balance mediante una posible desaceleración de su programa de recompra de acciones, con expectativas de que la empresa se comprometa a recomprar aproximadamente 1.000 millones de dólares por trimestre, en comparación con los 1.750 millones de dólares anteriores. Además, se anticipan preguntas sobre el impacto de los aranceles estadounidenses sobre el crudo canadiense en la rentabilidad de sus refinerías en EE. UU., así como preocupaciones sobre la asignación de capital que ha deteriorado su potencial de ganancias.
