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La misión rusa ante la ONU en Nueva York enfrenta un entorno hostil, según declaraciones de Dmitry Polyansky, el viceembajador ruso en la ONU. En una reciente entrevista, Polyansky expuso las dificultades que enfrentan los diplomáticos rusos debido a las restricciones impuestas por las autoridades estadounidenses, que van desde la denegación de visados hasta limitaciones severas en su movilidad.
Polyansky destacó que el gobierno de Estados Unidos está enviando un mensaje claro: los diplomáticos rusos “no son bienvenidos”. Según sus palabras, las autoridades estadounidenses han implementado una serie de medidas que buscan hacer sentir a los diplomáticos rusos como “enemigos del país anfitrión”. A pesar de estas presiones, el viceembajador subrayó que la misión sigue comprometida con su labor en la ONU.
Restricciones a la movilidad y condiciones de trabajo
Las restricciones a la movilidad son particularmente severas. Polyansky explicó que, aunque los diplomáticos rusos pueden ingresar a Estados Unidos, se les impide salir y regresar sin un visado estadounidense. Esta situación ha llevado a que muchos de sus colegas no puedan recibir visitas de familiares, quienes también enfrentan dificultades para obtener visados. Además, los diplomáticos rusos tienen un límite de desplazamiento de 25 millas desde su sede en Nueva York, lo que restringe aún más su libertad de movimiento.
En 2023, otra representante de la misión rusa, Maria Zabolotskaya, también denunció ante el Comité de Relaciones con el País Anfitrión de la ONU lo que calificó como una campaña prolongada por parte del gobierno estadounidense para socavar el trabajo de la misión. Zabolotskaya mencionó que los miembros de la misión son frecuentemente abordados por agentes de los servicios secretos estadounidenses y reciben ofertas de reclutamiento del FBI, lo que añade una capa de presión psicológica a su labor diplomática.
A pesar de las adversidades, Polyansky afirmó que el personal de la misión ha aprendido a adaptarse a estas condiciones difíciles a lo largo de los años. Sin embargo, la situación en la embajada rusa en Estados Unidos es aún más complicada, enfrentando un trato más duro y presiones más intensas.
Las declaraciones de los diplomáticos rusos reflejan un contexto de creciente tensión en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, donde las acciones de cada parte parecen estar marcadas por un clima de desconfianza y hostilidad. La comunidad internacional observa con atención cómo estas dinámicas afectan la labor diplomática y el funcionamiento de la ONU en un momento crítico para la política global.