El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha emitido un ultimátum contundente a Hamas, exigiendo la liberación de todos los rehenes restantes en Gaza antes del mediodía del sábado. En caso de que no se cumpla esta demanda, Trump advirtió que se desataría “todo el infierno”.
La situación se ha complicado tras las amenazas de Hamas de detener la liberación de más rehenes, acusando a Israel de violar los términos del frágil acuerdo de alto el fuego. Según Hamas, Israel ha impedido el regreso de los palestinos desplazados al norte de Gaza, restringido la entrega de ayuda humanitaria y retrasado las negociaciones para la segunda fase del acuerdo.
En respuesta, Israel ha calificado las acciones de Hamas como una violación total del acuerdo, en virtud del cual el grupo militante se comprometió a liberar inicialmente 33 rehenes en varios lotes a cambio de 1,904 prisioneros palestinos detenidos por las autoridades israelíes.
Preparativos militares y declaraciones de Trump
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró que ha ordenado a las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) estar en el más alto nivel de alerta ante cualquier posible escenario en Gaza. Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump afirmó que el futuro del alto el fuego dependería de “la decisión de Israel”.
Trump insistió en que si todos los rehenes no son devueltos antes del sábado a las 12:00, consideraría apropiado cancelar el acuerdo, afirmando que “todo está en juego” y que “que el infierno se desate”. Además, subrayó que los rehenes deberían ser liberados todos a la vez, y no en pequeñas cantidades, como “dos, uno, tres y cuatro”.
Al ser preguntado sobre las medidas punitivas que podría tomar, Trump reiteró que “todo el infierno se desatará”, sugiriendo que Hamas “descubrirá lo que quiero decir”.
La semana pasada, Trump planteó la posibilidad de que Estados Unidos asumiera el control del enclave palestino durante una conferencia de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Propuso transformar Gaza, devastada tras 15 meses de guerra entre Israel y Hamas, en lo que describió como “la Riviera del Medio Oriente”. Como parte de este plan, sugirió reubicar a los palestinos en países árabes vecinos mientras se redevelopaba la zona. El lunes, amenazó con retener ayuda a Jordania y Egipto si no aceptaban a los refugiados palestinos.
Esta propuesta ha sido calificada por Bassem Naim, jefe de la rama política de Hamas, como un acto de “limpieza étnica” y un “crimen contra la humanidad”.
