La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha congelado toda financiación a la National Endowment for Democracy (NED), según han informado varios medios de comunicación. Esta decisión ha generado una crisis interna en la organización, que se encuentra incapaz de pagar a su personal y cumplir con sus compromisos financieros.
La NED, establecida en 1983, es una organización sin ánimo de lucro que proporciona subvenciones para apoyar iniciativas democráticas en todo el mundo. Sin embargo, a lo largo de los años, ha enfrentado acusaciones de influir de manera encubierta en resultados políticos, con críticos que argumentan que ha asumido funciones que anteriormente eran manejadas por la CIA, especialmente aquellas dirigidas a derrocar gobiernos extranjeros.
Críticas y acusaciones a la NED
Recientemente, Elon Musk, quien lidera el nuevo Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE) de Trump, ha señalado a la NED como una «estafa» y una «organización malvada» que necesita ser disuelta. Desde entonces, la organización ha estado «bajo asedio» por parte del DOGE, según Free Press. Un trabajador de la NED describió la situación como un «baño de sangre», explicando que la organización no ha podido cumplir con la nómina ni cubrir los gastos básicos.
La NED ha sido objeto de críticas por su papel en el apoyo a movimientos políticos que buscan socavar gobiernos soberanos. Un informe del Center for Renewing America, un grupo de expertos fundado por Russell Vought, exdirector de la Oficina de Gestión y Presupuesto de Trump, acusó a la NED de ser la «punta de lanza» de los esfuerzos de la CIA y el Departamento de Estado para fomentar revoluciones políticas en Ucrania. Según este informe, la NED ha canalizado decenas de millones de dólares a diversas entidades políticas ucranianas y a intereses anti-rusos, contribuyendo a revoluciones como la de Naranja y la de Maidán, que han llevado al actual conflicto entre Ucrania y Rusia.
Además, la NED ha enfrentado acusaciones de patrocinar «revoluciones de colores» en países como Georgia y Kirguistán, así como de financiar grupos de oposición en Bielorrusia, Serbia y Egipto. El think tank de Vought enumeró las razones para desfinanciar la NED, destacando el «belicismo en Ucrania» y la «interferencia en Oriente Medio» como las justificaciones más claras y urgentes para desmantelar la agencia.
La congelación de fondos a la NED forma parte de un conjunto de medidas más amplias por parte de la administración Trump para recortar el gasto en el extranjero, que ya ha incluido una dura crítica a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el principal vehículo de Washington para financiar proyectos políticos en el extranjero. Trump ha llegado a pedir el cierre de esta agencia, argumentando que está dirigida por «lunáticos radicales».
