Recientemente, las autoridades francesas han realizado un importante hallazgo en la lucha contra el tráfico de fósiles. En un control rutinario llevado a cabo en una carretera que conecta Francia con Italia, se interceptaron nueve dientes de dinosaurio que estaban siendo transportados desde España. Este descubrimiento pone de manifiesto la problemática del comercio ilegal de fósiles y sus implicaciones culturales y científicas.
Los dientes, que se cree que provienen de Marruecos, fueron localizados por los agentes de aduanas en la localidad fronteriza de Menton. Durante la inspección, que se llevó a cabo el 27 de enero, se emplearon perros detectores y se revisaron varios paquetes al azar, como es habitual en estos controles. Mientras que en ocasiones se encuentran sustancias ilícitas como el cannabis o la cocaína, en esta ocasión el hallazgo fue de una naturaleza muy diferente.
Fósiles de gran valor científico
Según los expertos del museo de prehistoria de Menton, los dientes podrían datar de hace decenas de millones de años y pertenecen a diversas especies de reptiles marinos. Entre ellos se encuentra el diente de un zarafasaura oceanis, un tipo de plesiosaurio cuya existencia se remonta a al menos 66 millones de años. Este grupo de reptiles marinos ha inspirado mitos y leyendas, como la del famoso monstruo del Lago Ness en Escocia.
Además del zarafasaura, se identificaron dientes que pertenecieron a un mosasaurus, un lagarto acuático extinto caracterizado por su largo hocico, y a un dyrosaurus, ancestro de los cocodrilos. Este hallazgo es un recordatorio de la riqueza paleontológica que posee el norte de África, así como de la necesidad de proteger estos recursos del tráfico ilegal.
Las leyes internacionales establecen que los fósiles deben contar con la autorización correspondiente para su exportación. En ausencia de dicha licencia, los restos suelen ser devueltos a su país de origen. Las autoridades francesas han iniciado una investigación para identificar a los destinatarios de los paquetes y determinar los pasos a seguir. En el pasado, Francia ha devuelto a Marruecos miles de objetos, incluidos fósiles, que habían sido obtenidos de manera ilegal.
La creciente demanda de fósiles en el mercado privado ha despertado la preocupación entre paleontólogos y museos, que ven cómo estos valiosos hallazgos se desvían hacia colecciones privadas. En 2022, un CEO de un fondo de inversión adquirió un fósil de estegosaurio por la cifra récord de 44,6 millones de dólares en una subasta en Nueva York, lo que subraya el lucrativo negocio que rodea a los fósiles.
El hallazgo de los dientes de dinosaurio en Francia no solo destaca la importancia de la vigilancia aduanera, sino también la necesidad de un enfoque más riguroso en la protección de nuestro patrimonio paleontológico. A medida que el interés por los fósiles continúa creciendo, es crucial que las naciones colabores para combatir el tráfico ilegal y asegurar que estos tesoros científicos permanezcan accesibles para futuras generaciones.
