
En las profundidades del mar Mediterráneo, un equipo de investigadores está llevando a cabo un ambicioso proyecto: la construcción del telescopio KM3NeT. Este instrumento, que se extenderá a lo largo de un kilómetro cúbico, estará equipado con más de 6,000 sensores diseñados para detectar neutrinos, unas partículas que apenas interactúan con la materia y que, en ocasiones excepcionales, colisionan con moléculas de agua generando destellos de luz azul, visibles por los sensores.
Recientemente, se registró un neutrino que poseía una energía 30 veces superior a cualquier observación previa. Este fenómeno, denominado «neutrino muscular», viajaba a velocidades colosales y contenía aproximadamente un billón de veces más energía que una radiografía médica. Los científicos creen que su origen se encuentra en un evento cósmico de gran magnitud, como una supernova o un núcleo galáctico activo, aunque la localización precisa sigue siendo un misterio debido a la cantidad de posibles candidatos en esa región del cielo.
La percepción del tiempo en el ámbito cuántico
Un estudio reciente de investigadores de la Universidad de Surrey ha abordado la percepción del tiempo y su dirección. Aunque nuestra experiencia cotidiana nos lleva a considerar el tiempo como un fenómeno unidireccional, las leyes de la física no favorecen esta idea. En su investigación, los científicos crearon un modelo simplificado que les permitió investigar el comportamiento del tiempo desde una perspectiva cuántica, donde teóricamente puede avanzar hacia adelante o hacia atrás.
Los resultados sorprendieron a los investigadores, ya que demostraron que incluso al aplicar suposiciones estándar a las ecuaciones que describen sistemas cuánticos, estas funcionaban de manera similar independientemente de la dirección temporal. Este descubrimiento podría tener implicaciones significativas sobre cómo entendemos la naturaleza del tiempo.
La evolución cerebral en aves, mamíferos y reptiles
Investigaciones recientes han revelado que las aves, los mamíferos y los reptiles han desarrollado cerebros complejos de forma independiente, a pesar de compartir un ancestro común. Aunque estos grupos presentan funciones cerebrales comparables, los mecanismos de desarrollo embrionario y los tipos celulares han seguido caminos evolutivos divergentes.
El estudio se centró en el desarrollo del pallium, una región del cerebro humano responsable de funciones cognitivas distintivas. A pesar de las similitudes funcionales entre las tres clases de vertebrados, los mecanismos de desarrollo y la identidad molecular de sus neuronas han evolucionado de manera sustancialmente diferente. Los investigadores, utilizando transcriptómica espacial, encontraron que los circuitos neuronales responsables del procesamiento sensorial se forman a partir de conjuntos de genes distintos en cada grupo.
Fernando García-Moreno, coautor del estudio, señala que estos hallazgos demuestran que la evolución ha encontrado múltiples soluciones para construir cerebros complejos. Las aves, por ejemplo, han desarrollado circuitos neuronales sofisticados a partir de mecanismos únicos, lo que modifica nuestra comprensión sobre la evolución cerebral y la diversidad de la vida en nuestro planeta.