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Investigaciones recientes llevadas a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Leeds han revelado que las condiciones frescas que han permitido la formación de casquetes de hielo en la Tierra son eventos raros en la historia del planeta. Este estudio, publicado en Science Advances el 14 de febrero de 2025, examina por qué la Tierra ha permanecido en un estado conocido como «invernadero» sin casquetes de hielo durante gran parte de su historia.
Los investigadores concluyeron que la actual condición de la Tierra, cubierta de hielo, no es típica y se logró gracias a una combinación afortunada de factores. A lo largo de los años, se han propuesto diversas teorías que intentan explicar los intervalos de frío conocidos en la historia de nuestro planeta. Estas teorías incluyen la disminución de las emisiones de CO2 procedentes de los volcanes, el aumento del almacenamiento de carbono por parte de los bosques o la reacción del CO2 con ciertos tipos de rocas.
Un modelo innovador para entender el pasado climático
Para abordar estas cuestiones, el equipo de investigación realizó la primera prueba combinada de todos estos procesos de enfriamiento utilizando un modelo tridimensional de larga duración, el cual ha sido posible gracias a recientes avances en la computación. Este modelo, denominado «Modelo de Evolución de la Tierra», permite analizar las interacciones complejas entre diferentes factores que influyen en el clima del planeta.
Los resultados indican que no existe un único proceso que pueda explicar los climas fríos de la Tierra. Por el contrario, se requería la interacción de varios procesos simultáneamente. Según el Dr. Andrew Meredith, autor principal del estudio, la explicación de por qué los estados de hielo son tan raros en nuestro planeta radica en una combinación de tasas muy bajas de volcanismo global y continentes altamente dispersos con grandes montañas, lo que favorece la lluvia y, por ende, reacciones que eliminan carbono de la atmósfera.
Meredith subraya que la regulación natural del clima terrestre tiende a favorecer un mundo cálido y con altas concentraciones de CO2, en lugar del mundo parcialmente glaciado y de bajo CO2 que conocemos hoy. Esta tendencia podría haber ayudado a prevenir glaciaciones globales devastadoras, conocidas como «Tierra bola de nieve», que han ocurrido muy raramente y han permitido que la vida continúe prosperando.
El profesor Benjamin Mills, supervisor del proyecto, añade que los hallazgos del estudio tienen importantes implicaciones para la comprensión del calentamiento global y su futuro inmediato. Advierte que no debemos asumir que la Tierra regresará a un estado frío como el de la era preindustrial, ya que la actual condición de la Tierra, cubierta de hielo, es atípica en su historia.
En este contexto, es crucial que la sociedad global tome medidas para preservar el estado actual del planeta, evitando suposiciones erróneas sobre la posible recuperación de climas fríos si se permiten niveles excesivos de calentamiento antes de detener las emisiones. La historia de la Tierra muestra que, a largo plazo, el planeta prefiere un clima cálido, aunque esto no es compatible con la realidad que los seres humanos enfrentamos actualmente.