
Un notable descubrimiento arqueológico ha tenido lugar en Londres, donde se han encontrado los restos de la primera basílica romana de la ciudad, bajo un bloque de oficinas. Este hallazgo ha sido calificado como uno de los más significativos en la capital británica en los últimos años.
Las excavaciones han revelado las bases de piedra caliza de Kent que sustentaban una imponente estructura de dos plantas, comparable en tamaño a una piscina olímpica. La construcción data de finales del siglo I d.C., concretamente entre los años 78 y 84, y formaba parte del foro romano, que funcionaba como el centro administrativo y social de Londinium.
Andrew Henderson-Schwartz, responsable del impacto público en el Museo de Arqueología de Londres (MOLA), explica que la basílica romana era el núcleo comercial, social y económico de la ciudad. «Era el lugar donde se llevaban a cabo decisiones de gran envergadura y se resolvían disputas legales ante un magistrado. También se discutían asuntos fundamentales que influían en los cambios que afectaban tanto a Londres romana como a la Gran Bretaña romana en su conjunto», señala Henderson-Schwartz.
Además de las impresionantes paredes de la basílica, se han encontrado diversos artefactos, incluido un teja de techo marcada con el sello de un oficial de la antigua ciudad. Este descubrimiento se produce en un contexto en el que la empresa Hertshten Properties, propietaria del terreno y con permiso para construir una nueva torre de oficinas, ha manifestado su compromiso de integrar las ruinas en el diseño del nuevo edificio. El proyecto contempla la creación de un centro de visitantes que permitirá al público observar las paredes de la basílica a través de un suelo de vidrio, además de ofrecer espacio para mercados y puestos de comida.
Henderson-Schwartz enfatiza la importancia de preservar estos vestigios del pasado. «Londres es una ciudad en constante desarrollo, y es alentador ver que, a pesar del crecimiento, se valoran los vínculos tangibles con nuestra historia. Esto nos ayuda a recordar de dónde venimos y a conectar con aquellos que nos precedieron», añade.
Las excavaciones continúan, y el equipo arqueológico espera responder a preguntas sobre por qué el foro original solo se utilizó durante 20 años antes de ser reemplazado por uno más grande, que continuó en uso hasta la caída del dominio romano tres siglos después.