La gestión del uso de smartphones entre menores: un desafío para padres y fabricantes
Son muchas las preocupaciones que surgen en el ámbito familiar en torno a la entrega de un smartphone a los hijos. Desde la edad adecuada para hacerlo, hasta la forma de establecer límites y cómo adaptarlos conforme los menores crecen, los padres enfrentan un dilema complejo. Según estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2024, el 69,6% de los niños y adolescentes de entre 10 y 15 años utilizaba un smartphone, un porcentaje que ha experimentado una ligera disminución del 1% en el último año.
Este tema también afecta a los fabricantes de dispositivos, quienes, ante la creciente demanda de control parental, han tenido que desarrollar herramientas específicas para ayudar a los padres. Un ejemplo de ello es Apple, que ha mejorado sus funcionalidades en este ámbito. Este esfuerzo es particularmente relevante dado el fuerte apego de la Generación Z por los iPhone. Durante una reciente demostración de control parental organizada por la compañía, Will Gardner, CEO de Childnet, subrayó la importancia de la comunicación entre padres e hijos, enfatizando que es fundamental que los menores sientan que pueden acudir a sus progenitores con preocupaciones sin temor a represalias.
La implementación de un sistema de control parental efectivo es clave para gestionar el uso de smartphones en los más jóvenes. En el ecosistema de Apple, esto comienza con la creación de una cuenta específica para los menores, lo cual se realiza desde el dispositivo de los padres. Esta configuración permite a los padres establecer restricciones basadas en la edad del menor y personalizar los límites de uso. Además, Apple ha desarrollado un sistema de notificaciones que alerta a los padres si el menor intenta acceder a contenido inapropiado, lo que facilita una gestión más activa de su experiencia digital. Gardner también advirtió sobre la creciente complejidad de diferenciar entre contenido real y falso, destacando la importancia de fomentar un pensamiento crítico desde una edad temprana. Las herramientas de control parental son solo un componente del enfoque necesario para garantizar un uso seguro y saludable de la tecnología entre los menores.
