Un estudio reciente revela un aumento significativo en la creencia en Dios entre los jóvenes en Finlandia, una tendencia que se ha manifestado tanto en chicos como en chicas en los últimos años. La investigación, realizada por el docente Jouko Porkka y la profesora Kati Tervo-Niemelä, se centra en jóvenes que se preparan para la confirmación en la Iglesia Evangélica Luterana de Finlandia. Este fenómeno es notable, ya que refleja un cambio en la relación de la juventud con la fe cristiana en un contexto global marcado por la incertidumbre.
Los datos indican que, en 2024, el 62% de los chicos y el 50% de las chicas que participaron en la preparación para la confirmación afirmaron creer en la existencia de Dios. Este incremento es notable en comparación con 2019, cuando apenas un tercio de los chicos manifestaba esta creencia. La tendencia ha ido en aumento desde entonces, con un crecimiento notable en la fe de los jóvenes que se ha observado especialmente desde 2021, un período que coincide con la pandemia de COVID-19 y la invasión rusa a Ucrania.
Cambio en las dinámicas de la religiosidad
El estudio también pone de manifiesto que, a pesar de la disminución leve en el número de jóvenes que asisten a la preparación para la confirmación, el aumento en la creencia en Dios no puede atribuirse a una mayor selectividad entre los jóvenes. Esto sugiere que, contrariamente a la creencia popular de que la religiosidad está en declive entre las nuevas generaciones, existe una revitalización en la fe entre los jóvenes finlandeses.
Los investigadores destacan que, aunque los chicos han mostrado un compromiso creciente con la fe cristiana, el cambio en la religiosidad de las chicas es un desarrollo reciente. La diferencia en la creencia en Dios entre ambos sexos es aún notable: los chicos tienen una tasa de creencia de 12 puntos porcentuales más alta que las chicas. Sin embargo, la tendencia creciente entre las chicas podría ser un indicio de un cambio más amplio en la forma en que las nuevas generaciones se relacionan con la religión.
Las conclusiones de la investigación desafían varias nociones establecidas sobre la religiosidad: la suposición de que la religiosidad está en declive entre los jóvenes, la idea de que las mujeres son más religiosas que los hombres, y la creencia de que las personas en áreas rurales son más religiosas que las de las zonas urbanas. Estos hallazgos invitan a replantear la conversación sobre la fe y la espiritualidad en un contexto contemporáneo, donde la incertidumbre social y política parece estar influyendo en la búsqueda de un sentido más profundo entre los jóvenes.
La profesora Tervo-Niemelä señala que estos cambios podrían estar relacionados con un ambiente cada vez más multicultural en las ciudades, donde las creencias religiosas son más visibles, y sugiere que la religión podría estar emergiendo como una forma de contracultura en un mundo donde las críticas hacia las tradiciones religiosas han sido comunes.
Los investigadores continúan explorando las razones detrás de estos cambios en la religiosidad, con un enfoque particular en la experiencia masculina y su relación con la fe. La recopilación de datos adicionales y nuevas entrevistas con jóvenes y padres proporcionará una visión más completa de este fenómeno en evolución.
