La famosa cadena de comida rápida KFC ha anunciado su decisión de trasladar su sede central de Louisville, Kentucky, a Plano, Texas. Esta movida, comunicada por Yum Brands, la empresa matriz de KFC, responde a una estrategia más amplia que busca establecer dos sedes corporativas en Estados Unidos, siendo la otra en Irvine, California. Ya desde hace tiempo, las sedes globales de KFC y Pizza Hut están ubicadas en Plano, mientras que Taco Bell y Habit Burger & Grill tienen su base en Irvine.
Este cambio implicará la reubicación de aproximadamente 100 empleados de KFC en Estados Unidos en los próximos seis meses. Sin embargo, Yum Brands no abandonará por completo Kentucky, ya que la compañía y la Fundación KFC tienen planes de mantener oficinas corporativas en Louisville y construir un nuevo restaurante insignia en su ciudad natal.
Factores detrás de la reubicación
Desde el inicio de la pandemia de Covid-19, muchas empresas han estado reevaluando la ubicación de sus sedes corporativas, impulsadas en parte por políticas fiscales más favorables y la necesidad de adaptarse a un entorno laboral híbrido o remoto. Texas se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos para estas reubicaciones, según un informe de 2023 de CBRE. Este fenómeno refleja una tendencia más amplia en el ámbito empresarial, donde las decisiones sobre la ubicación están cada vez más influenciadas por la búsqueda de un entorno amigable para los negocios.
Por otro lado, es importante señalar que Yum Brands no es la única empresa que ha optado por mudarse. En 2020, la cadena competidora Papa John’s también trasladó su sede de Louisville a Atlanta, aunque posteriormente decidió conservar su antigua sede para los empleados que permanecieron en Kentucky. Este tipo de decisiones ilustra cómo las corporaciones están adaptándose a un nuevo panorama económico y laboral, donde la flexibilidad y la eficiencia son clave.
