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El estudio de los terremotos de Kahramanmaraş, que tuvieron lugar el 6 de febrero de 2023 en la frontera entre Turquía y Siria, ha revelado información crucial sobre el daño a la superficie terrestre y la deformación inelástica que estos fenómenos pueden causar. Con magnitudes de 7.8 y 7.6, los terremotos provocaron una devastación que se tradujo en la destrucción de infraestructuras y en la pérdida de decenas de miles de vidas en múltiples provincias. En este contexto, un equipo de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST) ha realizado un análisis profundo que podría cambiar la forma en que se evalúan los riesgos sísmicos.
Avances en la medición de daños sísmicos
El trabajo, publicado en Nature Communications, propone que el daño a la superficie y la deformación inelástica en las zonas alejadas de los principales fallos geológicos son más extensos de lo que se había estimado anteriormente. Jihong Liu, investigador postdoctoral en KAUST, destaca que estos terremotos han proporcionado una oportunidad única para estudiar el desplazamiento co-sísmico y su impacto en el entorno.
Los métodos tradicionales de análisis a menudo limitaban el alcance del daño a unos pocos cientos de metros desde la falla principal. Sin embargo, el estudio sugiere que este daño puede extenderse hasta cinco kilómetros, lo que implica que las tasas de deslizamiento de las placas tectónicas podrían haber estado subestimadas en un tercio. Este hallazgo no solo tiene implicaciones para la investigación geológica, sino que también plantea serias preocupaciones para la planificación de infraestructuras y la toma de decisiones en áreas propensas a terremotos.
Para cuantificar el daño fuera de la falla (OFD, por sus siglas en inglés), el equipo utilizó datos de imágenes de satélites de radar de apertura sintética (SAR). Esta tecnología ha revolucionado el estudio de las zonas sísmicas, permitiendo visualizar y analizar áreas extensas sin necesidad de observaciones de campo. Liu desarrolló un método avanzado llamado SM-VCE, que permite medir el desplazamiento 3D de la superficie con gran precisión. Los resultados revelan que hasta el 35% del desplazamiento co-sísmico se produjo como resultado de este daño fuera de la falla, desafiando la narrativa establecida en estudios anteriores.
Sigurjón Jónsson, líder del equipo, subraya la importancia de integrar estas nuevas mediciones en los modelos informáticos que simulan la actividad sísmica. La posibilidad de que el límite entre placas se mueva más rápido de lo que se pensaba podría aumentar el número de grandes terremotos y, por ende, el riesgo asociado. Este tipo de investigación es fundamental para mejorar la seguridad de las infraestructuras y la vida de las personas en regiones de alto riesgo sísmico.
El equipo de KAUST planea seguir realizando mediciones de OFD en otros casos de terremotos típicos para validar aún más los hallazgos de este estudio. La necesidad de adaptar y actualizar los modelos de riesgo sísmico es más urgente que nunca, especialmente en un mundo donde los desastres naturales son cada vez más frecuentes y devastadores.