Los asteroides son un fenómeno conocido que, en ocasiones, se acercan peligrosamente a la Tierra. La reciente detección del asteroide 2024 YR4 vuelve a poner de manifiesto la persistente amenaza que representan estos cuerpos celestes. Para mitigar este riesgo, un equipo de científicos ha desarrollado un método que permite determinar más rápidamente la distancia de los asteroides, un paso crucial para establecer sus órbitas y, por ende, su potencial impacto con nuestro planeta.
Mejorando la detección de asteroides cercanos
La preocupación por los asteroides se centra especialmente en los Objetos Cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés), definidos como aquellos asteroides cuya proximidad al sol es menor a 1,3 unidades astronómicas (UA). Con más de 37,000 NEOs catalogados, aunque los impactos son raros, sus consecuencias pueden ser devastadoras, tal como lo demostró el evento que llevó a la extinción de los dinosaurios.
Los asteroides más grandes del cinturón principal son más fáciles de estudiar debido a su tamaño, lo que genera una señal más fuerte durante su observación. Sin embargo, existen millones de asteroides más pequeños, de entre 100 y 200 metros de diámetro, que son difíciles de rastrear y que podrían causar daños significativos si colisionan con la Tierra. La primera etapa para determinar sus órbitas es conocer sus distancias, un proceso que tradicionalmente ha sido complicado y prolongado.
Un nuevo estudio, publicado en The Astronomical Journal, introduce un método que promete reducir el tiempo necesario para medir la distancia de un asteroide a una sola noche de observaciones. El artículo, titulado «Medición de las distancias a los asteroides desde un solo observatorio en una noche con telescopios de cielo completo», es obra de Maryann Fernandes y su equipo de la Universidad de Duke.
El Observatorio Vera Rubin (VRO), que comenzará a funcionar en julio de 2025, tiene como uno de sus objetivos científicos la detección de más objetos pequeños en el sistema solar. Aunque el VRO tiene la capacidad de detectar asteroides, no determina automáticamente su distancia. Según los investigadores, cuando los asteroides son medidos con cortos períodos de observación, la principal incertidumbre en la construcción de sus órbitas proviene de la falta de precisión en la distancia a los NEOs. Su método podría acortar este tiempo de medición considerablemente.
El método propuesto se basa en el parallax topocéntrico, que utiliza la rotación de la Tierra para determinar la distancia a los asteroides. En un estudio previo, los autores habían descrito cómo este fenómeno permite medir el paralaje desde diferentes posiciones de observatorios en la superficie terrestre. La investigación actual refina este enfoque, utilizando datos sintéticos y observaciones reales para probar su efectividad.
Los resultados obtenidos hasta ahora son prometedores. En pruebas con datos sintéticos de 19 asteroides, el nuevo método mostró una notable precisión en la recuperación de distancias, con incertidumbres que pueden llegar a ser tan bajas como el 1.3% para objetos cercanos. A pesar de que las pruebas en observaciones reales fueron menos precisas, aún se logró una mejora significativa, alcanzando una recuperación de distancias dentro del 3%.
Las implicaciones de este avance son significativas. La capacidad de medir distancias a asteroides en una única noche de observaciones podría revolucionar la forma en que se evalúa el riesgo de impacto de estos cuerpos celestes. Esta técnica podría aplicarse con los datos generados por el VRO y otras redes de observación, permitiendo una mejor comprensión y, potencialmente, una mitigación del riesgo que representan los asteroides más pequeños.
Es fundamental que la comunidad científica continúe desarrollando métodos que mejoren la detección y seguimiento de estos objetos. La historia de la Tierra está marcada por impactos de asteroides, y es responsabilidad de la humanidad estar preparada para futuros encuentros potencialmente peligrosos. Con la tecnología adecuada y un entendimiento más profundo de estos riesgos, será posible anticiparse a amenazas que, de otro modo, podrían llegar a ser devastadoras.
