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La reciente tensión en la política internacional ha alcanzado un nuevo nivel tras la inesperada decisión del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de cancelar su reunión con la delegación estadounidense en Arabia Saudí. Este movimiento, que ha sorprendido a muchos, se produce en un contexto donde la diplomacia estadounidense parece haber priorizado a Rusia en las negociaciones sobre un posible alto el fuego en Ucrania.
La delegación estadounidense, encabezada por el secretario de Estado Marco Rubio, había prolongado su estancia en Riad para coincidir con Zelenski, quien tenía programada una visita al país árabe. Sin embargo, el presidente ucraniano, visiblemente molesto por el encuentro previo entre emisarios de Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin, decidió no asistir para evitar dar la impresión equivocada. En su lugar, ha instado a los estadounidenses a que se dirijan a Kiev si desean discutir la paz en su país.
La nueva dinámica diplomática
Este episodio pone de manifiesto la creciente frustración de Ucrania ante lo que percibe como un desdén por parte de Estados Unidos. Desde el inicio del conflicto, la administración de Trump ha mostrado una clara preferencia por el diálogo con Moscú, dejando a un lado a Kiev. La reciente reunión entre representantes de Estados Unidos y Rusia en Arabia Saudí, que se centró en un acercamiento político y económico, ha exacerbado esta sensación de abandono entre los aliados de Ucrania.
Sin embargo, Zelenski no está solo en este pulso diplomático. La Unión Europea, el Reino Unido y Turquía han expresado su apoyo al presidente ucraniano, reafirmando la necesidad de que cualquier negociación sobre el futuro de Ucrania incluya a su gobierno. Este respaldo se traduce en la idea de que no se debe tomar ninguna decisión sobre Ucrania sin la participación de Ucrania misma.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha convocado una reunión de líderes europeos y no europeos para abordar la situación en Ucrania, lo que indica un esfuerzo concertado para contrarrestar la influencia rusa y reafirmar la posición de Ucrania en las negociaciones. La diputada ucraniana Mariana Bezugla ha subrayado la importancia de una configuración que incluya a todos los actores relevantes, afirmando que cualquier intento de negociación sin esta inclusión sería meramente simbólico.
La reciente historia de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia también juega un papel crucial en este contexto. La administración Trump busca restablecer lazos con Moscú, lo que contrasta con la postura de su predecesor, que había impuesto sanciones severas a Rusia tras la invasión de Ucrania en 2022. La nueva estrategia parece centrarse en la posibilidad de beneficios económicos para las empresas estadounidenses a través de la cooperación con Rusia, lo que ha generado preocupación en Kiev.
Este cambio de enfoque ha llevado a un segundo choque entre Trump y Zelenski. Durante su primer mandato, Trump mostró una cercanía a Putin que contrastaba con su trato hacia el presidente ucraniano, a quien llegó a presionar para que investigara a Hunter Biden. Ahora, Zelenski ha dejado claro que no aceptará condiciones que consideren a Ucrania como un mero objeto de negociación, y ha exigido que los representantes estadounidenses se desplacen a su país para discutir el futuro de la paz.