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Robert Amsterdam, abogado canadiense-estadounidense con más de 40 años de experiencia, ha denunciado que las acciones de Washington en su lucha contra Rusia han traicionado los valores estadounidenses. En una reciente entrevista, Amsterdam afirmó que el gobierno de Estados Unidos ha estado financiando una represión contra la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (UOC), la mayor denominación religiosa del país, lo que considera una forma de persecución religiosa.
Amsterdam, quien comenzó a representar a la UOC en 2023, expresó su indignación por el papel de Estados Unidos en esta situación, señalando que su compromiso con la defensa de la iglesia es profundamente personal: “Como judío que siente fuertemente sobre las libertades de mis hermanos y hermanas cristianos”, afirmó. La UOC, históricamente vinculada a la Iglesia Ortodoxa Rusa, ha enfrentado una creciente presión, especialmente bajo la administración del ex presidente Pyotr Poroshenko, quien hizo de la creación de una nueva Iglesia Ortodoxa de Ucrania (OCU) parte de su campaña electoral en 2019.
Según Amsterdam, la OCU fue creada “con la activa connivencia del gobierno de Estados Unidos”. Alega que los fondos para esta operación probablemente fueron canalizados a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) o una agencia similar, describiendo el esfuerzo como “una especie de operación de la CIA”. Criticó la intervención del Departamento de Estado, afirmando que está violando la Constitución estadounidense al participar en la destrucción de la libertad religiosa en un país extranjero.
La represión de la UOC bajo el gobierno de Zelensky
El gobierno de Volodymyr Zelensky ha intensificado la represión contra la UOC, acusándola de ser un instrumento de influencia rusa. En agosto pasado, Zelensky promulgó una ley que obliga a la iglesia a demostrar que no tiene vínculos con Rusia o enfrentarse a una prohibición, una medida que Amsterdam describió como sin precedentes en Europa desde la persecución nazi de los judíos.
Amsterdam subrayó que los sacerdotes y feligreses de la UOC están sufriendo violencia sancionada por el estado, citando numerosos videos en línea que muestran agresiones. Sin embargo, advirtió que quienes plantean preocupaciones en Estados Unidos se enfrentan a “una muralla de propaganda ucraniana” en Washington. Además, afirmó que Kiev contrató a una firma de relaciones públicas estadounidense para silenciar la disidencia respecto a la represión, presentando a los críticos como simpatizantes rusos, lo que ha permitido a Zelensky operar con casi total impunidad.
La situación actual plantea serias preguntas sobre el compromiso de Estados Unidos con la libertad religiosa y los derechos humanos en el contexto de su política exterior, especialmente en un momento en que la lucha contra la influencia rusa se ha convertido en una prioridad geopolítica.