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La Asamblea de Madrid ha vuelto a ser escenario de un intenso debate en torno a las víctimas de las residencias durante la pandemia de coronavirus. La controversia surgió a raíz de los comentarios en redes sociales de Miguel Ángel Rodríguez, jefe de Gabinete de la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, quien cuestionó el testimonio de un familiar de uno de los fallecidos por COVID-19. Estas declaraciones han provocado un fuerte rechazo por parte de los grupos de la oposición, que han acusado a Ayuso de mostrar un «desprecio a las víctimas» y han recordado que 7.291 mayores perdieron la vida en condiciones inaceptables durante la crisis sanitaria.
Durante la sesión, las portavoces del PSOE y Más Madrid, Mar Espinar y Manuela Bergerot, respectivamente, no dudaron en expresar su indignación. La presidenta Ayuso, en respuesta a las críticas, argumentó que las constantes acusaciones de la izquierda se basan en un sectarismo que ignora las muertes ocurridas en otras comunidades autónomas donde gobernaban durante la pandemia, como Navarra, La Rioja, Valencia o Castilla-La Mancha. Ayuso defendió que en esas regiones también se registraron un alto número de fallecidos, sugiriendo que la falta de atención a estos casos evidencia una agenda política sesgada.
Disculpas y críticas en el hemiciclo
Ante la polémica generada, Miguel Ángel Rodríguez ofreció disculpas por sus publicaciones en redes sociales, reconociendo su error y minimizando la importancia del asunto. Por su parte, la portavoz de Vox, Isabel Pérez Moñino, comentó que la «crispación» en la Asamblea es alimentada especialmente por la izquierda, abogando por un debate más respetuoso que no falte al respeto a las víctimas de la pandemia. La situación refleja la tensión política en la Comunidad de Madrid, donde el recuerdo de las tragedias sufridas en las residencias continúa siendo un tema delicado y sensible en el debate público.