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Chinguetti: La ciudad histórica de Mauritania se enfrenta a la amenaza del desierto

In Sin categoría
febrero 21, 2025

Chinguetti, un antiguo puesto de comercio transahariano en Mauritania, se enfrenta a una amenaza inminente: el avance del desierto. Durante siglos, esta ciudad ha sido un centro de conocimiento y cultura, alberga más de una docena de bibliotecas que custodian miles de manuscritos, incluyendo algunos de los textos coránicos más antiguos de África. Sin embargo, la realidad actual es sombría, ya que las arenas del Sahara están cubriendo su núcleo histórico, que data del siglo VIII, y están invadiendo los barrios que aún resisten en sus alrededores.

El impacto del cambio climático

Con el calentamiento global, la frecuencia de las tormentas de arena ha aumentado, depositando cada vez más arena en las calles y hogares de Chinguetti. Proyectos de reforestación han sido implementados para tratar de frenar el avance de las arenas, pero hasta el momento, estos esfuerzos no han logrado calmar las preocupaciones profundas sobre el futuro de la ciudad y su rica herencia cultural.

Chinguetti es uno de los cuatro sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Mauritania, un país donde solo el 0,5% de la tierra se considera cultivable. A pesar de que África es el continente que menos contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, solo Somalia y Eswatini han experimentado un impacto mayor en relación al cambio climático, según datos del Banco Mundial.

Los habitantes de Chinguetti consideran que su ciudad es uno de los lugares más sagrados del Islam. Las casas de piedra seca y mortero de barro, así como las mezquitas y bibliotecas, son testigos de la historia y del conocimiento que han perdurado a lo largo de los siglos. Sin embargo, el líder comunitario Melainine Med El Wely expresa su angustia ante el destino de sus habitantes y la historia que se encuentra dentro de las paredes de la ciudad. “Es como observar un desastre natural en cámara lenta”, afirma.

Los estudios sugieren que la migración de arena juega un papel significativo en el proceso de desertificación. Los desiertos, incluido el Sahara, están expandiéndose a tasas sin precedentes, transformando paisajes antes cubiertos de vegetación. Más de tres cuartas partes de la tierra en el planeta se ha vuelto más seca en las últimas décadas, lo que ha comprometido la capacidad de plantas, animales y seres humanos para sobrevivir.

La escasez de agua relacionada con la aridez está causando enfermedades y muertes, así como migraciones forzadas a gran escala, un fenómeno que se ha intensificado en Chinguetti. Los agricultores, como Salima Ould Salem, luchan por mantener sus palmeras, recurriendo a la importación de agua y a una poda más exhaustiva para asegurar el uso eficiente de los recursos hídricos. Las tormentas de arena, aunque no son nuevas, han aumentado en intensidad, cubriendo las calles de la ciudad y obligando a los residentes a usar mulas y carros para despejar la arena.

Aunque algunos han intentado replantar árboles, los resultados son escasos. La vegetación es crucial para mantener la arena en su lugar, pero la deforestación ha permitido que las dunas se desplazan con mayor facilidad, lo que agrava la crisis. Las soluciones propuestas incluyen la creación de «cinturones verdes» tanto a nivel local como en el contexto del “Gran Muro Verde” africano, un esfuerzo continental para combatir la desertificación.

La situación en Chinguetti es un microcosmos de un problema global más amplio. La degradación de los suelos en regiones que alguna vez fueron fértiles está llevando a muchas comunidades al borde del colapso. Sin embargo, a pesar de la desesperación, aún hay quienes creen que es posible resistir el avance del desierto. “Estamos convencidos de que la desertificación es nuestro destino. Pero afortunadamente, hay quienes todavía creen que se puede resistir”, concluye El Wely.

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