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El panorama del mercado matrimonial para las mujeres con estudios universitarios en Estados Unidos presenta desafíos que, a primera vista, podrían parecer preocupantes. La narrativa ha sugerido que, debido a que las mujeres superan en número a los hombres en las universidades de cuatro años, las graduadas enfrentarán dificultades para encontrar parejas «matrimonialmente adecuadas». Sin embargo, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cornell arroja luz sobre esta cuestión, revelando que las tasas de matrimonio entre mujeres con educación universitaria se han mantenido estables a lo largo de las décadas, a diferencia de sus contrapartes sin título, cuya situación matrimonial ha disminuido drásticamente.
Este trabajo, publicado en el servidor SSRN, indica que la atención debería centrarse en las implicaciones sociales y económicas para las mujeres y hombres de clase trabajadora. Según los investigadores, los niños nacidos en hogares de bajos ingresos o de un solo progenitor están en desventaja en términos de oportunidades económicas futuras. El estudio, titulado «Solteros sin título: Brechas de género en educación y tasas de matrimonio en declive», fue coautorado por Benjamin Goldman, Clara Chambers y Joseph Winkelmann, quienes analizaron datos históricos del Censo de EE. UU. y otras fuentes relevantes.
Desigualdades en el matrimonio según el nivel educativo
El análisis revela que, mientras que las tasas de matrimonio se han mantenido por encima del 70% entre las mujeres con educación superior, las tasas para las mujeres sin título han caído del 78.7% al 52.4%. Este descenso se debe a que las mujeres con estudios han continuado casándose de manera consistente, independientemente de la disminución de hombres con educación universitaria disponibles como potenciales parejas. Aproximadamente la mitad de estas mujeres se casan con hombres también educados, un 25% lo hace con hombres con menos educación, y otro 25% permanece soltera.
Los hombres sin estudios, en cambio, enfrentan un panorama económico cada vez más adverso. Los ingresos promedio de estos hombres han disminuido en términos reales durante los últimos 50 años, lo que afecta directamente las posibilidades de matrimonio para las mujeres sin título. En contraste, los hombres no universitarios que se casan con mujeres con estudios superiores han visto un aumento en sus ingresos, lo que sugiere que el estatus educativo del hombre influye en sus posibilidades de encontrar pareja.
La investigación también destaca que las brechas educativas en el matrimonio podrían continuar ampliándose en las generaciones futuras. Los datos sugieren que los estadounidenses nacidos a mediados de la década de 1990 podrían ser la primera cohorte en la que las tasas de matrimonio para mujeres sin título caigan por debajo del 50%. Para contrarrestar esta tendencia, los investigadores sugieren que mejorar las oportunidades económicas para los hombres sin educación universitaria podría tener un impacto positivo en las tasas de matrimonio, especialmente en comunidades de bajos ingresos.
El estudio concluye que fomentar el desarrollo económico y social para esta población no solo beneficiaría a la generación actual, sino que también podría resultar en un aumento de niños nacidos en hogares matrimoniales, lo que a su vez podría mejorar las perspectivas para los hijos de madres con bajos ingresos.