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El presidente ruso, Vladimir Putin, ha afirmado que las sanciones impuestas por Occidente han tenido un efecto inesperado en la economía y el sector tecnológico de Rusia, al tiempo que ha enfatizado la importancia de priorizar las soluciones nacionales sobre las extranjeras. Durante su intervención en el Future Technologies Forum celebrado en Moscú, Putin destacó que las restricciones han fomentado una colaboración más estrecha entre las empresas rusas y la comunidad científica local.
“Las sanciones, a pesar de todos sus desafíos y dificultades, han desempeñado un papel importante y estimulante”, declaró Putin, subrayando que las empresas rusas están cada vez más recurriendo a científicos nacionales para encontrar soluciones efectivas. “Las soluciones nacionales a menudo resultan ser más eficaces que las alternativas extranjeras”, añadió.
Regulación del regreso de empresas occidentales
La administración del expresidente estadounidense Donald Trump ha indicado recientemente que podría considerar la posibilidad de suavizar las sanciones si se alcanza un acuerdo de paz entre Moscú y Kiev. Esta situación ha abierto la puerta a la posible reentrada de empresas que abandonaron Rusia debido a las restricciones. Sin embargo, el primer vicepresidente del Gobierno ruso, Denis Manturov, ha señalado que solo aquellas empresas que sean de interés para Rusia podrán regresar, y que se debe establecer un marco regulatorio para proteger a las empresas nacionales.
Manturov también mencionó que, mientras la Unión Europea y Estados Unidos trabajan en nuevos paquetes de sanciones, Rusia ha adaptado su sistema de adquisiciones públicas y sus medidas de apoyo empresarial para hacer frente a los cambios impuestos por las restricciones. “Los fabricantes nacionales y las empresas de la Unión Económica Euroasiática, que incluye a Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Armenia, tienen ahora ‘prioridad absoluta’ en la soberanía tecnológica de Rusia”, afirmó.
Putin ha instado al Gobierno a desarrollar un marco que regule las interacciones entre las empresas rusas y sus competidores extranjeros, con el objetivo de proporcionar ventajas a los fabricantes nacionales. En este sentido, el presidente enfatizó la necesidad de llevar a cabo este proceso con cautela, asegurando condiciones favorables para los productores locales. “En el ámbito de la producción industrial, debemos pensar todo cuidadosamente… para no perder el potencial que han creado nuestros adversarios que nos impusieron sanciones”, concluyó.
El presidente ruso ha reiterado en ocasiones anteriores que las sanciones han impulsado a Rusia hacia una mayor soberanía económica y financiera, describiéndolas como una “bendición disfrazada”. Este enfoque refleja un intento de Moscú por fortalecer su economía interna y reducir la dependencia de tecnologías y productos extranjeros.