Pedro Sánchez critica la relación del PP con la ultraderecha
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado su preocupación respecto a la relación del Partido Popular (PP) con la ultraderecha, señalando que la historia «juzgará con dureza» a aquellos que colaboran con este tipo de ideologías. Durante su intervención en la inauguración del XV Congreso del PSOE de Castilla y León, Sánchez cuestionó la credibilidad del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, argumentando que «no se puede ser europeísta por las mañanas y acostarse con la ultraderecha por las noches». Esta declaración pone de relieve la tensión política existente en el panorama español, en el que el PSOE se posiciona firmemente en contra de cualquier entendimiento con la ultraderecha.
Sánchez recordó que Alfonso Fernández Mañueco, anterior presidente de la Junta de Castilla y León, facilitó la formación de un gobierno de coalición con la ultraderecha, una decisión que contó con el apoyo implícito de Feijóo. El presidente del Gobierno delineó dos tipos de derechas en Europa: una que se opone a cualquier vinculación con la ultraderecha, representada por figuras como la presidenta de la Comisión Europea y el primer ministro polaco, y otra que, en cambio, abraza esta colaboración. En este sentido, Sánchez enfatizó que la historia ha juzgado de manera severa a los colaboracionistas del siglo XX y expresó su convicción de que sucederá lo mismo con quienes hoy en día se alinean con la ultraderecha.
Ante esta situación, el líder del PSOE instó al PP a desvincularse de estas fuerzas políticas que, según su perspectiva, buscan debilitar y dividir Europa. Criticó la falta de una dirección clara por parte del PP, señalando que su comportamiento oscilante, donde a menudo votan en contra de iniciativas que benefician a la ciudadanía cuando su apoyo es crucial, contradice su supuesta voluntad de gobernar de manera responsable. Sánchez concluyó que el PP se encuentra en una encrucijada, entre la irrelevancia y el oportunismo, lo que podría llevar a la transformación de su «derecha moderada» en una «derecha tutelada por la ultraderecha».
