El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha decidido activar su estrategia económica con un ambicioso paquete de rebajas fiscales diseñado para atraer a votantes tanto del PSOE como de Vox. Esta iniciativa surge tras semanas en las que el PP ha intentado instalar en la opinión pública la narrativa del «infierno fiscal» que, según Feijóo, representa la gestión del presidente Pedro Sánchez, a quien acusa de haber incrementado los impuestos de manera continua. Además, el PP ha comenzado a lanzar críticas hacia Vox, señalando su «silencio cómplice» ante las medidas arancelarias impuestas por la administración del expresidente estadounidense Donald Trump. Según fuentes cercanas a la dirección del PP, la estrategia busca posicionar al partido como la opción más viable para los votantes del sector primario, que se sienten desamparados.
El pasado viernes, el Grupo Popular presentó en el Senado una ley de fiscalidad agraria destinada a mitigar los altos costos que enfrenta el sector agrícola y ganadero. Este proyecto legislativo, según el PP, generará un alivio fiscal superior a los 700 millones de euros, permitiendo a numerosos agricultores y ganaderos mantener su tributación en el sistema de módulos. Desde el equipo de Feijóo, se ha enfatizado que estas medidas son una clara diferenciación respecto a otras formaciones políticas, particularmente Vox. Se argumenta que, más allá de criticar las políticas del gobierno, el PP busca comunicar a los ciudadanos qué acciones llevaría a cabo en caso de alcanzar el poder.
En paralelo a esta estrategia económica, el líder del PP ha convocado a una reunión con seis exministros de Exteriores y Defensa, así como a varios diplomáticos y expertos internacionales, con el propósito de analizar la evolución del conflicto entre Rusia y la Unión Europea. Este encuentro, que incluye a figuras destacadas como María Dolores de Cospedal y José Manuel García-Margallo, busca recabar opiniones sobre la situación actual y su posible desarrollo. Feijóo ha reiterado que el apoyo del PP hacia Ucrania es incondicional y ha subrayado la necesidad de que Europa priorice su seguridad estratégica y soberanía energética en el contexto actual de inestabilidad global.
