EEUU plantea un acuerdo de paz para Ucrania que podría implicar cesiones territoriales

In Internacional
febrero 24, 2025

Estados Unidos no ha presentado formalmente un plan de paz para Ucrania, a pesar de las promesas de campaña de Donald Trump de poner fin al conflicto en 24 horas. Sin embargo, en las últimas semanas, su Administración ha comenzado a delinear los parámetros del acuerdo que espera negociar con Rusia. Estos parámetros han generado preocupación tanto en Kiev como en Bruselas, especialmente porque la Casa Blanca ha optado por excluir a ambas capitales de sus contactos iniciales con el Kremlin en Arabia Saudí, los primeros entre los jefes de sus respectivas diplomacias desde que comenzó la invasión rusa hace tres años. Por el momento, estas son solo declaraciones de intenciones, susceptibles de cambiar a medida que avancen las negociaciones. Sin embargo, esencialmente, dibujan un conflicto congelado y sin perspectivas de una paz duradera.

Actualmente, Rusia ocupa casi el 20% del territorio ucraniano, una franja continua de más de 1.000 kilómetros de longitud que se extiende por el sur y el este del país. Ucrania ha manifestado su deseo de recuperar plenamente su integridad territorial, pero el secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, ha afirmado que no es un escenario realista la vuelta a las fronteras anteriores a 2014, cuando Rusia inició su agresión con la ocupación de Crimea y parte del Donbás. En otras palabras, Kiev tendrá que ceder territorios si desea un alto el fuego.

Un conflicto congelado y la cuestión territorial

En términos prácticos, esto se traduciría en una Ucrania dividida, un escenario similar al de la península de Corea o la isla mediterránea de Chipre, donde Turquía ocupa el norte de la isla desde 1974 sin reconocimiento internacional. Además, se perpetuaría un conflicto congelado, ya que Kiev insiste en que nunca reconocerá los territorios ocupados, todos ellos anexionados por Moscú, que los ha incorporado a su jurisdicción.

Recientemente, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, propuso intercambiar esos territorios por las zonas que sus tropas ocupan en la provincia rusa de Kursk, pero se encontró con el rechazo inmediato del Kremlin. Para Vladímir Putin, el control sobre Ucrania es más importante que la mera adquisición de territorio, ya que busca impedir que el país decida de forma soberana su política exterior. «Conseguir el Donbás pero perder Ucrania representaría una derrota para el Kremlin«, afirmó el exdiplomático ruso Vladímir Lukin.

Los planes de Trump también sugieren un compromiso tácito con Putin para repartirse los recursos naturales ucranianos. Rusia podría conformarse con mantener los territorios ocupados, donde se encuentra el 42% de los depósitos de metales ucranianos, el 33% de sus tierra raras y cerca del 20% de sus hidrocarburos, según la Kyiv School of Economics. De la riqueza restante, Trump pretende quedarse con la mitad como pago retroactivo por el apoyo a Ucrania. En el contrato que su secretario del Tesoro, Scott Bessent, presentó a Zelenski, se estipula que EEUU se quedaría en perpetuidad con el 50% «del valor económico asociado con los recursos de Ucrania», incluidos sus «recursos minerales, petróleo y gas, puertos y otras infraestructuras», según reveló ‘The Telegraph’.

La Casa Blanca también parece apoyar la salida de Zelenski, a quien Rusia considera un presidente «ilegítimo», el líder de la supuesta «banda de neonazis» que gobierna en Kiev, una de las narrativas que el Kremlin ha utilizado para justificar su agresión militar. Esta semana, Trump ha calificado a Zelenski de «dictador sin elecciones» y ha distorsionado sus índices de aprobación para presentarlo como un presidente sin respaldo popular. Además, ha manifestado que no lo quiere en las negociaciones con Rusia.

El plan que se negocia entre Washington y Moscú contempla tres fases: un alto el fuego, seguido de elecciones en Ucrania y la firma final del acuerdo. «Putin considera que la probabilidad de elegir a un presidente marioneta es bastante alta y cree que cualquier candidato que no sea Zelenski será más flexible y estará más dispuesto a hacer concesiones», afirmaron fuentes gubernamentales ucranianas a la cadena conservadora estadounidense.

Sea quien sea el futuro líder de Ucrania, deberá encargarse de mantener el alto el fuego, posiblemente tras la creación de una zona desmilitarizada en torno a la línea de contacto. Durante los acuerdos de Minsk (2014-2015), se apostó por observadores civiles de la OSCE (Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa), un modelo que ya no se plantea. La Casa Blanca ha descartado el envío de sus tropas, lo que es inaceptable para Moscú, y prefiere que sean los europeos quienes desplieguen sus fuerzas sin el paraguas de protección de la OTAN. Esta idea también ha sido rechazada por el Kremlin, a pesar de la disposición de Francia y el Reino Unido a enviar al menos 30.000 soldados. Esta cifra está muy lejos de las aspiraciones de Ucrania, que ha fijado en 200.000 las tropas de paz necesarias para mantener un armisticio.

La tarea no será sencilla. La oposición rusa a la presencia de países de la OTAN en su frontera, junto con las reticencias de algunos países europeos a desplegar soldados, complican aún más la situación. Es evidente que esta nueva frontera se convertiría en un nuevo telón de acero, una zona militarizada que no pasaría por Berlín, sino por una Ucrania dividida. Las propuestas de Trump incluyen elementos para imponer un alto el fuego, pero ofrecen poco para lograr una paz duradera que sea aceptada por ambas partes.

/ Published posts: 8555

Diario obrero y republicano fundado el 14 de Abril de 2006.