
La salud mental en los animales es un tema que ha comenzado a recibir atención en los últimos años, similar a la que se ha dado en el ámbito humano. Existen casos documentados de animales que presentan síntomas de trastornos mentales, lo que plantea la pregunta sobre si los animales pueden tener discapacidades mentales. Max, un perro labrador de 16 años, es un ejemplo de ello. Este canino, que disfrutaba de paseos en coche y recibía a los clientes en la oficina de su dueño, comenzó a mostrar comportamientos inusuales, como accidentes en casa y falta de sueño, lo que llevó a la sospecha de un síndrome de disfunción cognitiva, una afección que afecta a los perros y gatos a medida que envejecen, similar al Alzheimer en humanos.
Factores que influyen en la salud mental de los animales
Los trastornos mentales en los animales pueden derivar de cambios genéticos o de desarrollo que afectan la estructura del cerebro. Aunque la mayoría de los animales no pueden presentar condiciones genéticas como el síndrome de Down, que se manifiesta en humanos debido a una anomalía en el cromosoma 21, algunas especies cercanas a nosotros, como los chimpancés, han mostrado síntomas similares. Por ejemplo, Kanako, una chimpancé que vivió en un centro de investigación en Japón, presentaba problemas de visión y corazón causados por un cromosoma extra. Aunque no se pudo determinar su capacidad de aprendizaje, se observó que disfrutaba de la interacción social y vivió en un santuario, gracias a la atención de sus cuidadores.
Las experiencias traumáticas también pueden desencadenar problemas de salud mental en animales previamente sanos. Al igual que los soldados, los perros de trabajo, como los de la policía, pueden desarrollar trastornos de estrés postraumático. Estos perros pueden mostrar comportamientos de apego excesivo, asustarse ante ruidos cotidianos o actuar de manera ansiosa. Para abordar estos problemas, los veterinarios pueden recetar medicamentos ansiolíticos y se utilizan tratamientos conductuales para ayudar a los animales a manejar situaciones estresantes. Además, el estrés cotidiano, como el que experimentan los animales en cautiverio, puede dar lugar a problemas de salud mental. Por ello, los cuidadores de zoológicos y centros de investigación implementan enriquecimiento ambiental para estimular la mente de los animales y prevenir el aburrimiento y el estrés.