Tres años de guerra en Ucrania: el fútbol como refugio en medio del conflicto

In Deportes
febrero 24, 2025

El conflicto en Ucrania y su impacto en el deporte

Hoy se cumplen tres años desde el inicio de la guerra en Ucrania, un conflicto que ha dejado un saldo devastador de varios cientos de miles de muertos. Antes del 24 de febrero de 2022, muchos se resistían a la idea de un enfrentamiento a gran escala con Rusia, a pesar de que las tensiones se habían acumulado durante casi ocho años. Con el primer ataque aéreo, la realidad de la guerra se hizo innegable. En agosto de 2022, la Liga ucraniana se reanudó bajo estrictas medidas de seguridad, incluyendo la obligación de tener un búnker cercano a los estadios y la suspensión momentánea de partidos, como sucedió en un reciente encuentro entre el Dinamo de Kiev y el Oleksandriya. Los partidos internacionales se llevan a cabo fuera del país, un recordatorio constante de la situación que atraviesa Ucrania.

Mykola Matviyenko, capitán del Shakhtar Donetsk, describe los primeros días de la guerra como un trauma emocional que perdurará para siempre. Su región, el Donbass, ha sido una de las más afectadas por el conflicto. «Es difícil describir estos sentimientos con palabras; solo aquellos que han vivido este horror pueden entenderlo», afirma. Para muchos, el fútbol se ha convertido en una vía de escape en medio de la adversidad. Matviyenko menciona que muchos de sus seguidores están en el frente, y que ver fútbol les ofrece un respiro, aunque sea momentáneo. A través de su deporte, los jugadores buscan arrojar luz sobre la crítica situación en su país y recordarle al mundo que la guerra sigue cobrando vidas cada día.

El retorno de los futbolistas

El conflicto ha llevado a muchos futbolistas extranjeros a abandonar Ucrania. Uno de ellos fue el brasileño Vinicius Tobias, quien se unió al Real Madrid Castilla como cedido en marzo de 2022. A pesar del miedo que sentía, su paso por el club merengue fue una experiencia enriquecedora. Sin embargo, ha regresado al Shakhtar y reflexiona sobre el alivio que supuso salir de Ucrania en aquel momento tan difícil. «Si no hubiera habido guerra, quizás nunca habría tenido la oportunidad de jugar en el Real Madrid», confiesa. Por otro lado, el boliviano Diego Arroyo se unió al Shakhtar en febrero de 2025, sin que la guerra condicionara su decisión. A pesar de la delicada situación, el club le ha ofrecido seguridad y tranquilidad, permitiéndole concentrarse en su carrera profesional. Ambos futbolistas comparten la esperanza de que el conflicto termine pronto y sueñan con la normalidad que había antes de la guerra.

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