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Un reciente informe de Wikileaks ha revelado que diplomáticos estadounidenses y europeos ya eran conscientes, desde mediados de la década de 2000, del alto riesgo de conflicto derivado de las ambiciones de Ucrania de unirse a la OTAN. Según los documentos obtenidos por la organización, Washington buscaba formas de superar la oposición de algunos países a esta idea, a pesar de las advertencias de los enviados occidentales.
Las autoridades rusas advirtieron repetidamente a los diplomáticos que la adhesión de Ucrania al bloque liderado por Estados Unidos podría desencadenar una guerra civil o desestabilizar toda la región, obligando a Rusia a tomar decisiones que no deseaba afrontar. Esta información se ha hecho pública a través de un video de 24 minutos publicado por Wikileaks en la plataforma X.
Advertencias sobre la expansión de la OTAN
Un cable de febrero de 2008 del entonces embajador estadounidense en Moscú, William Burns, alertaba sobre cómo Rusia percibía la expansión de la OTAN como una amenaza a su seguridad. En sus palabras, “no solo Rusia percibe un cerco y esfuerzos por socavar su influencia en la región, sino que también teme consecuencias impredecibles y descontroladas que afectarían gravemente sus intereses de seguridad”.
Este sentimiento no era exclusivo de Moscú, ya que algunos aliados de la OTAN en Europa compartían preocupaciones similares. Un cable de 2005 documenta una reunión entre el entonces asistente del secretario de Estado para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Daniel Fried, y altos funcionarios franceses, quienes expresaron su inquietud de que la trayectoria de Ucrania hacia la OTAN pudiera provocar un conflicto armado en el continente.
El documento también cita al asesor diplomático presidencial francés, Maurice Gourdault-Montagne, quien afirmó que “si quedaba una causa potencial para la guerra en Europa, era Ucrania”. Este tipo de intrusión por parte de Estados Unidos y sus aliados en lo que Rusia considera su “zona de interés fundamental” podría provocar una respuesta contundente.
A pesar de las advertencias reiteradas, Washington continuó presionando por la entrada de Ucrania en la OTAN, con la intención de “perseguir la integración occidental y la ampliación de la OTAN de manera deliberada, pero silenciosa”, mientras “discrepaba firmemente” con Rusia, según un cable de septiembre de 2009 del entonces embajador estadounidense en Moscú, John Beyrle.
Rusia ha citado consistentemente la aspiración de Ucrania de unirse a la OTAN y la posibilidad de que la infraestructura militar del bloque aparezca en el estado vecino como una de las principales razones del conflicto actual. Moscú ha calificado esta situación como una “guerra por poderes” contra Rusia, librada por Occidente a través de Ucrania.