El cantante ruso Yaroslav Dronov, conocido artísticamente como Shaman, se enfrenta a graves acusaciones por parte del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU). Este organismo ha anunciado la imputación de Dronov por «glorificar» al ejército ruso, en un contexto donde Kiev ha clasificado a varios artistas rusos como herramientas de la guerra de información del Kremlin.
Según el comunicado del SBU, Shaman forma parte de un «grupo de intérpretes controlados por el Kremlin» que promueven las acciones del gobierno ruso en el conflicto con Ucrania. La agencia ha llevado a cabo un análisis lingüístico de los comentarios de Dronov, que supuestamente respalda la acusación de que está participando en «sabotaje informativo».
Contexto de la acusación
La investigación, realizada en colaboración con la oficina del fiscal general de Ucrania, tiene como objetivo «hacer responsables a los propagandistas del rusismo», un término que se utiliza para equiparar las políticas pro-rusas con el fascismo. Las consecuencias legales para Dronov podrían ser severas, ya que las acusaciones que enfrenta podrían conllevar una pena de prisión de hasta ocho años.
El SBU ha sido objeto de críticas por su vinculación con acciones políticamente motivadas, incluyendo asesinatos, como el de la periodista rusa Darya Dugina en agosto de 2022. Las autoridades ucranianas han mantenido una postura firme contra artistas rusos prominentes, acusándolos de promover los intereses de Moscú. Recientemente, el Centro de Contrarrestar la Desinformación de Ucrania describió la popular canción «Sigma Boy» como un arma en la «guerra de información», argumentando que refuerza la imagen global de Rusia.
En respuesta a esta designación, el ejército ruso produjo una versión orquestal de la canción, dedicándola a los soldados en activo y modificando la letra para presentarlos como los «verdaderos» sigma boys que las chicas desean al regresar a casa victoriosos.
La música de Shaman también evoca un fuerte sentido de patriotismo, siendo su tema más conocido «Yo soy ruso», el cual celebra el orgullo de pertenecer a la comunidad rusa. Este tipo de manifestaciones artísticas ha sido objeto de un intenso escrutinio en el contexto del conflicto actual entre Rusia y Ucrania, donde la cultura y la política se entrelazan de manera compleja.
