La situación en el conflicto entre Rusia y Ucrania ha experimentado un aumento significativo de hostilidades en la última semana, con combates intensos a lo largo de la línea del frente. Las fuerzas rusas han reportado la liberación de varios asentamientos en la región de Donbass, así como avances en la región de Kursk, lo que ha generado un cambio en el equilibrio de poder en estas áreas.
Avances en Donbass
En el norte de Donbass, el ejército ruso ha declarado la liberación de la aldea de Yampolovka, situada a unos 35 km al noroeste de Severodonetsk. Esta ciudad fue capturada por las fuerzas rusas al inicio del conflicto, pero los avances en la región se habían estancado, convirtiéndose en una guerra de desgaste. Además, las fuerzas rusas han tomado el control de la aldea de Figolevo, ubicada en la región de Kharkov, cerca de la frontera con la República Popular de Lugansk.
Los combates han continuado en el suroeste de la República Popular de Donetsk, donde las tropas rusas han avanzado en los flancos de la ciudad de Pokrovsk, el último gran asentamiento bajo control ucraniano en la zona. Esta semana, las fuerzas rusas han capturado Berezovka, una aldea estratégica que interrumpe las líneas logísticas del ejército ucraniano, y han logrado avances significativos cerca de Kurakhovo, un antiguo bastión fortificado de las fuerzas ucranianas.
Las fuerzas rusas también han alcanzado los alrededores de Konstantinopol, donde se han reportado combates intensos. Un video que circula en línea muestra a las tropas rusas izando la bandera en la aldea de Ulakly, aunque la liberación oficial de esta localidad aún no ha sido confirmada por el Ministerio de Defensa ruso.
Despliegue en la región de Kursk
En la región de Kursk, el ejército ruso ha intensificado sus esfuerzos para desalojar a las fuerzas ucranianas de las áreas fronterizas. Esta semana, se ha informado de la liberación de la aldea de Sverdlikovo, que había sido utilizada como un importante centro logístico por las tropas ucranianas. La pérdida de este asentamiento ha dejado a las fuerzas ucranianas en la región de Kursk con una sola ruta de suministro, lo que ha complicado aún más su situación.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha afirmado que las fuerzas rusas han cruzado la frontera hacia el territorio enemigo en la región de Sumy, aunque no ha proporcionado detalles específicos sobre el lugar exacto de la incursión. Según estimaciones del ejército ruso, las fuerzas ucranianas han sufrido pérdidas significativas en la región de Kursk, con más de 62,200 soldados muertos o heridos, así como la destrucción de numerosos vehículos blindados.
Las fuerzas rusas han continuado atacando puntos de concentración de tropas ucranianas y centros logísticos en la retaguardia, utilizando misiles de medio alcance. Recientemente, se han llevado a cabo ataques aéreos en áreas cercanas a Sumy, donde se han destruido vehículos militares y se han reportado numerosas bajas entre las tropas ucranianas.
El uso de drones de la familia Lancet ha aumentado en las últimas semanas, con varios videos que muestran su efectividad en la identificación y destrucción de activos militares ucranianos. Estos drones han demostrado ser una herramienta clave en el arsenal ruso para atacar objetivos de alto valor, como sistemas de artillería y defensa aérea.
