En Estados Unidos, varios estados han detenido la distribución de fondos a los consumidores mediante programas de reembolso vinculados a la eficiencia energética en los hogares, a consecuencia de una congelación de financiación federal impuesta por la administración de Donald Trump en enero. Este contexto revela las tensiones políticas que afectan iniciativas medioambientales y de apoyo social en el país, donde la polarización ideológica se traduce en decisiones que impactan a los ciudadanos.
La Ley de Reducción de la Inflación, aprobada en 2022, había destinado 8.800 millones de dólares en fondos federales para consumidores a través de dos programas de reembolso para la eficiencia energética en los hogares, que debían ser administrados por los estados, territorios y el Distrito de Columbia. Sin embargo, Arizona, Colorado, Georgia y Rhode Island han pausado o retrasado sus programas de reembolso, citando directamente las políticas de la administración Trump.
Impacto de la congelación de fondos
El 27 de enero, la Casa Blanca implementó una congelación en la distribución de fondos federales que contradicen la agenda del presidente Trump, lo que ha llevado a múltiples estados a suspender sus programas de reembolso. Aunque un juez federal emitió una orden que bloquea esta política, algunos organismos han continuado reteniendo fondos en desobediencia a sentencias anteriores.
La situación ha provocado que muchos ciudadanos queden excluidos de beneficios importantes en medio de un invierno riguroso. Ari Rosenblum, portavoz de la Oficina de Energía de Colorado, expresó que «los coloradenses que deberían recibir los ahorros del reembolso de energía para el hogar están aún bloqueados por la administración Trump».
Los consumidores son elegibles para recibir hasta 8.000 dólares en reembolsos por eficiencia energética en el hogar y hasta 14.000 dólares por electrificación y electrodomésticos, según la ley federal. Estos reembolsos buscan reducir los costos de adaptación de los hogares y la actualización de electrodomésticos, lo que a su vez pretende disminuir las facturas de servicios públicos y las emisiones de carbono.
A pesar de la pausa en algunos estados, otros como Maine continúan avanzando en sus programas. Según Afton Vigue, portavoz de la Oficina de Energía del Gobernador de Maine, «el programa sigue abierto para aquellos que son elegibles». Esto demuestra que, a pesar de los obstáculos impuestos por decisiones políticas, hay un interés por parte de algunas administraciones en seguir implementando políticas medioambientales que benefician a los ciudadanos.
La administración de Trump, aunque ha rescindido su memo que ordenaba la congelación de fondos, ha mantenido que la misma sigue en vigor para alinear el gasto con su agenda presidencial. A medida que se intensifican las disputas legales, algunos actores del ámbito energético, como David Terry, presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios de Energía de los Estados, se muestran optimistas sobre la liberación de los fondos de reembolso a los estados.
