Las catástrofes naturales tienen un impacto humano significativo, especialmente en lo que respecta al desplazamiento de hogares. Inundaciones destructivas, incendios forestales, terremotos y huracanes obligan a menudo a las personas a abandonar sus domicilios, ya sea de forma temporal o indefinida. Sin embargo, la mayoría de las evaluaciones de riesgo de desastres, utilizadas por compañías de seguros, agencias gubernamentales y bancos de desarrollo, no consideran las dificultades derivadas del desplazamiento de hogares. En su lugar, se centran en las pérdidas económicas directas, un enfoque que, según la Dra. Nicole Paul, candidata a doctora en la University College London, «frecuentemente destaca a los más ricos como los más afectados». Las observaciones de eventos desastrosos anteriores han demostrado que las personas pobres y marginadas son las que enfrentan mayores necesidades de recuperación.
En un estudio publicado en Risk Analysis, Paul y sus colegas utilizaron datos recientes relacionados con desastres de la Encuesta de Pulso de los Hogares (HPS) para entrenar un modelo informático que predice la duración del desplazamiento de hogares y los resultados del retorno tras un desastre. Este estudio representa la primera ocasión en que se emplea datos a nivel estatal de la Oficina del Censo de EE. UU. para cuantificar cómo diferentes factores, como el tamaño del hogar, el estado de tenencia, el nivel educativo y el ingreso por miembro del hogar, influyen en el desplazamiento y la vuelta a casa.
Datos sobre el desplazamiento en Estados Unidos
Los datos de la HPS revelan que el 1,1% de los hogares estadounidenses fueron desplazados debido a desastres entre diciembre de 2022 y julio de 2024. Los huracanes fueron el tipo de desastre más común mencionado por los hogares desplazados, aunque otros reportaron inundaciones, incendios, tornados y otros tipos de peligros.
Las respuestas de 11,715 hogares que experimentaron desplazamiento por desastres fueron utilizadas por los investigadores para ajustar modelos predictivos en tres categorías: desplazamiento en fase de emergencia (retorno en menos de un mes), desplazamiento en fase de recuperación (retorno después de un mes) y no retorno (relocalización potencialmente permanente).
A pesar de que la mayoría de los hogares regresaron relativamente rápido, el 20% estuvo desplazado por más de un mes y el 14% no había regresado para julio de 2024. Las ubicaciones geográficas de los hogares mostraron diferencias significativas entre estados:
- Los hogares en Louisiana y Florida tenían aproximadamente 6,8 y 4,4 veces más probabilidades de ser desplazados, respectivamente, en comparación con el promedio nacional. Sin embargo, regresaron a casa más rápidamente que en muchos otros estados.
- Los hogares desplazados en Minnesota, Dakota del Norte y Connecticut tenían más probabilidades de tardar más de un mes en regresar.
- Los hogares desplazados en Alaska, Hawái y Kansas eran considerablemente menos propensos a regresar a sus hogares (hasta julio de 2024).
La duración del desplazamiento es clave para comprender el impacto humano de un desastre. La Dra. Paul señala que «las evacuaciones a corto plazo pueden salvar vidas y ser mínimamente disruptivas, mientras que el desplazamiento prolongado se asocia con dificultades significativas para las familias». Estos desafíos pueden incluir la interrupción de la educación, la pérdida de ingresos y/o empleo, así como diversos efectos psicológicos.
Para comprender los impactos de futuros desastres, el modelo informático puede combinar estimaciones de daños físicos con características socioeconómicas, lo que permite predecir la duración del desplazamiento de hogares dentro de una comunidad. Esto, a su vez, podría ayudar a informar estrategias de mitigación de riesgos que reduzcan los riesgos de desplazamiento para los miembros de esa comunidad en futuros desastres.
