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El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, ha descartado la posibilidad de que se despliegue una fuerza de paz de la OTAN en Ucrania, en declaraciones realizadas durante una conferencia de prensa en Catar. Esta afirmación surge en un contexto de tensiones crecientes entre Rusia y Occidente, especialmente tras los recientes comentarios del presidente estadounidense Donald Trump y del presidente francés Emmanuel Macron sobre la posibilidad de una intervención internacional.
Trump, tras reunirse con Macron, afirmó que había discutido con el presidente ruso, Vladimir Putin, la idea de “alguna forma de pazkeeping”, sugiriendo que Putin no tendría inconveniente en esta opción siempre que fuera “aceptable para todos”. Sin embargo, Lavrov ha enfatizado que Rusia no ha sido consultada sobre este asunto y que cualquier decisión sobre el despliegue de fuerzas de paz debería contar con el consentimiento de ambas partes, es decir, Rusia y Ucrania.
Reacciones de Moscú ante las propuestas occidentales
Lavrov ha criticado la postura de los líderes europeos, señalando que la idea de enviar tropas extranjeras a Ucrania está siendo impulsada principalmente por Francia y el Reino Unido. Según el ministro, esta iniciativa tiene como objetivo “calentar el conflicto” en lugar de buscar una solución pacífica. Además, ha acusado a la Unión Europea de intentar socavar el proceso de paz en Ucrania, citando los recientes anuncios de nuevos paquetes de ayuda militar para Kiev y el aliento a las fuerzas ucranianas para que continúen combatiendo.
El ministro ruso ha calificado de “engaño” las demandas de Macron para establecer un alto el fuego urgente antes de negociar un acuerdo de paz, argumentando que esto solo busca “abastecer a Ucrania de más armas”. Lavrov ha insistido en que cualquier discusión sobre una fuerza de paz en Ucrania es “vacía” y que el enfoque debe centrarse en resolver las causas subyacentes del conflicto, que incluyen los intentos de integrar a Ucrania en la OTAN y la posible instalación de infraestructura militar occidental en el país, lo que podría ser visto como una amenaza por parte de Rusia.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, también desestimó las afirmaciones de Trump sobre la aceptación de tropas de la OTAN en Ucrania como parte de un acuerdo de paz, subrayando que cualquier presencia de fuerzas armadas de países de la OTAN, incluso bajo la bandera de la UE, es “completamente inaceptable”.
Finalmente, el representante de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, ha declarado que Moscú solo aceptaría el despliegue de tropas extranjeras en Ucrania bajo un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, advirtiendo que cualquier otro contingente militar en el terreno sería considerado como combatientes regulares.