La NASA se prepara para lanzar su misión EZIE (Electrojet Zeeman Imaging Explorer) en marzo de 2025, un proyecto que tiene como objetivo estudiar los electrojets aurorales, intensas corrientes eléctricas que fluyen en la alta atmósfera sobre las regiones polares de la Tierra. Estas corrientes, que transportan aproximadamente un millón de amperios de carga eléctrica cada segundo, son responsables de algunas de las perturbaciones magnéticas más significativas en la superficie terrestre. Las rápidas variaciones en estas corrientes pueden incluso provocar cortes de energía.
El lanzamiento de EZIE se llevará a cabo a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9 desde la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California, como parte de la misión de transporte Transporter-13. La misión se desarrollará durante el máximo solar, un periodo del ciclo solar de 11 años en el que la actividad solar es más intensa, lo cual beneficiará el estudio de los electrojets, ya que estos responden directamente a la actividad solar.
Objetivos y metodología de la misión EZIE
La misión EZIE está compuesta por tres CubeSats, cada uno del tamaño de una maleta de mano, que volarán en formación a lo largo de una trayectoria que va de polo a polo a unos 550 kilómetros sobre la Tierra. Durante cada órbita, los satélites mapearán los electrojets, permitiendo a los científicos analizar su estructura y evolución. Los satélites estarán separados entre 2 y 10 minutos en sus trayectorias, lo que permitirá observar cómo cambian los electrojets en el tiempo.
La técnica empleada por EZIE se basa en la observación de la emisión de microondas de moléculas de oxígeno, que se encuentran a 16 kilómetros por debajo de los electrojets. Normalmente, estas moléculas emiten microondas a una frecuencia de 118 gigahercios. Sin embargo, los electrojets generan un campo magnético que puede dividir esta línea de emisión en un fenómeno conocido como efecto Zeeman. Cuanto más fuerte es el campo magnético, mayor es la separación de la línea. Cada uno de los CubeSats llevará un instrumento llamado Magnetograma Electrojet de Microondas, que permitirá observar el efecto Zeeman y medir la fuerza y dirección de los campos magnéticos asociados a los electrojets.
Este enfoque innovador ofrece a los científicos la oportunidad de obtener mediciones en una región que es difícil de estudiar directamente, pues está demasiado alta para los globos científicos y demasiado baja para los satélites convencionales. Además, el equipo de EZIE espera resolver debates científicos que han persistido durante décadas sobre la dinámica de estos fenómenos.
Además, la misión contará con la participación de científicos ciudadanos, distribuyendo kits de magnetómetros EZIE-Mag a estudiantes y voluntarios de todo el mundo. Esto permitirá comparar las observaciones de EZIE desde el espacio con datos recogidos en la superficie terrestre, enriqueciendo así la investigación.
En palabras de Larry Kepko, científico de la misión en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, «lo que hace EZIE es único. Esta es la primera misión dedicada exclusivamente a estudiar los electrojets, y lo hace con una técnica de medición completamente nueva». La expectativa es que las conclusiones de la misión ayuden a mejorar las predicciones sobre el clima espacial, lo que podría tener implicaciones significativas para la seguridad de los astronautas y el funcionamiento de satélites y redes eléctricas en la Tierra.
