La administración del expresidente Donald Trump ha retirado recientemente una directriz crucial destinada a proteger a una de las ballenas más amenazadas del mundo, la ballena de Rice, que habita en el Golfo de México, particularmente en la zona de Tampa Bay. Esta decisión ha generado preocupación entre científicos y defensores del medio ambiente, quienes advierten sobre el riesgo inminente de extinción para esta especie.
La ballena de Rice, considerada única desde su clasificación como especie separada de las ballenas Bryde hace cuatro años, ha visto su población reducirse a menos de 100 ejemplares, en gran parte debido a la devastación causada por el derrame de petróleo de Deepwater Horizon en 2010. La eliminación de las recomendaciones que obligaban a los barcos de la industria petrolera a reducir su velocidad en áreas donde habitan estas ballenas representa un golpe directo a sus escasas posibilidades de supervivencia.
Impacto de la Decisión en la Protección de la Fauna Marina
Las recomendaciones previas, establecidas en agosto de 2023, sugerían que los barcos limitaran su velocidad a aproximadamente 18 km/h (11 mph) al navegar por zonas críticas para la ballena de Rice, así como evitar la navegación nocturna y mantener una distancia mínima de 450 metros de los cetáceos. Estas medidas, consideradas de «sentido común» por expertos como Michael Jasny, director de protección de mamíferos marinos del Natural Resources Defense Council, eran comparables a las regulaciones que obligan a los conductores a reducir la velocidad en zonas escolares.
Sin embargo, la industria del petróleo y el gas aplaudió la anulación de estas regulaciones, argumentando que las recomendaciones no estaban justificadas por los datos y que imponían cargas significativas a sus operaciones. Holly Hopkins, vicepresidenta de política upstream en el American Petroleum Institute, afirmó que se esperaba que la eliminación de estas restricciones ahorrara miles de millones a la industria.
Los defensores del medio ambiente están alarmados ante la posibilidad de que esta acción represente el inicio de un retroceso más amplio en la protección de especies marinas. Se espera que los científicos federales presenten un análisis sobre la ballena de Rice en mayo, y los grupos de defensa están preocupados por la reducción de las protecciones que podría resultar de esta revisión.
La historia de la ballena de Rice es trágica; en 2009, un barco colisionó con una hembra adulta, que estaba alimentando a su cría, resultando en la muerte de ambos. Este incidente subraya la vulnerabilidad de la especie frente a la navegación comercial en la región.
La decisión de desmantelar las protecciones para la ballena de Rice contrasta con las acciones tomadas por los legisladores de Florida el año anterior, quienes prohibieron la instalación de turbinas eólicas en las aguas cercanas a las costas del estado, citando preocupaciones sobre el impacto en las ballenas. No obstante, muchos científicos consideran que los peligros derivados de las colisiones con barcos y el cambio climático son mucho más significativos que los que podría representar la energía eólica offshore.
Activistas como Steve Mashuda, abogado de Earthjustice, critican la doble moral en el debate sobre la energía y la protección de las ballenas, recordando que los efectos devastadores del derrame de petróleo sobre la población de ballenas ya fueron evidentes. A pesar de que la anulación de estas pautas no es una solución permanente, los esfuerzos por establecer regulaciones más estrictas están en marcha, a raíz de una demanda que busca proteger a la ballena de Rice mediante restricciones más efectivas en las actividades de los barcos en su hábitat.
La situación actual resalta la necesidad de un enfoque equilibrado que considere tanto la producción de energía como la conservación de especies en peligro. La defensa de la ballena de Rice es un reflejo de un debate más amplio sobre el uso y la preservación de los recursos naturales, enfatizando que el Golfo de México, como espacio público, debe ser protegido para las futuras generaciones y para la biodiversidad que alberga.
