Recientemente, se han llevado a cabo conversaciones entre Rusia y Estados Unidos sobre la cooperación económica en el Ártico, según ha informado Bloomberg. Estas discusiones se enmarcan en un contexto de acercamiento entre ambas naciones, tras una reunión de alto nivel celebrada en Arabia Saudita la semana pasada.
Los temas tratados incluyen proyectos conjuntos en la exploración de recursos naturales, rutas comerciales y cooperación energética. Una fuente anónima citada por Bloomberg ha indicado que Washington considera la colaboración en el Ártico como una posible estrategia para “sembrar discordia” entre Moscú y Pekín, su principal rival económico. Sin embargo, la misma fuente reconoció que tal resultado es poco probable debido a los profundos lazos económicos entre Rusia y China.
Hasta el momento, ni el Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU. ni el Kremlin han emitido comentarios sobre este informe. Sin embargo, Kirill Dmitriev, enviado especial de Rusia para asuntos económicos internacionales, confirmó que el Ártico fue “específicamente” discutido como una posible área de cooperación durante las conversaciones en Arabia Saudita.
Perspectivas de cooperación en el Ártico
Se espera que el tema del Ártico esté en la agenda de la próxima reunión entre Rusia y Estados Unidos, programada para el jueves en Estambul. El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, ya había anunciado estas conversaciones, que se centrarán en la restauración de las actividades de las embajadas de ambos países, las cuales se vieron gravemente afectadas durante la administración anterior de EE. UU.
El Ártico ha cobrado una creciente atención global debido a sus vastos recursos energéticos y minerales aún no explotados, así como a sus estratégicas rutas comerciales. Rusia ha estado desarrollando su Ruta Marítima del Norte (NSR), un corredor de transporte que atraviesa sus regiones árticas y del Lejano Oriente, y que representa el enlace de envío más corto entre Eurasia occidental y la región Asia-Pacífico. En los últimos nueve años, Moscú ha modernizado extensivamente esta ruta, recibiendo inversiones significativas de países como India y China, que tienen participación en varios proyectos energéticos en el Ártico.
Las sanciones occidentales impuestas a Rusia a raíz del conflicto en Ucrania han interrumpido la cooperación con los estados de la OTAN en la región. Aproximadamente un tercio de los 130 proyectos iniciados bajo el Consejo Ártico —un foro que incluye a Rusia, EE. UU., Canadá, Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca e Islandia— han sido congelados debido a la suspensión de la colaboración con Moscú.
En las conversaciones de la semana pasada, Rusia y Estados Unidos acordaron trabajar para poner fin al conflicto en Ucrania y mejorar las relaciones diplomáticas y económicas. Tras la reunión, tanto el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, como el presidente Donald Trump, indicaron que Washington podría levantar las sanciones una vez que se resuelva el conflicto.
