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El mundo del cine se encuentra de luto tras el fallecimiento de Gene Hackman, un actor estadounidense de renombre y ganador de dos premios Oscar, conocido por su versatilidad y sus memorables interpretaciones en clásicos del séptimo arte. Hackman, que contaba con 95 años, fue encontrado sin vida en su hogar en Santa Fe, Nuevo México, junto a su esposa, Betsy Arakawa. Las autoridades locales han iniciado una investigación sobre las circunstancias de su fallecimiento.
La carrera de Hackman se extendió a lo largo de cinco décadas, durante las cuales se forjó una reputación como uno de los intérpretes más destacados de Hollywood. Su primer Oscar lo obtuvo en 1972 por su papel como el tenaz detective de la policía de Nueva York, Popeye Doyle, en The French Connection. El segundo llegó en 1993, cuando recibió el galardón por su actuación como el corrupto sheriff Little Bill Daggett en el western Unforgiven, dirigido por Clint Eastwood.
La habilidad de Hackman para alternar entre héroes y villanos le permitió convertirse en un referente en la industria cinematográfica. Su interpretación del excéntrico patriarca Royal Tenenbaum en The Royal Tenenbaums (2001) y del astuto Lex Luthor en Superman (1978) son solo algunos ejemplos de su diversidad actoral. Además, su papel como un senador conservador desbordado por las circunstancias en la comedia The Birdcage (1996) dejó una huella duradera tanto en el público como en la crítica especializada.
Nacido en San Bernardino, California, en 1930, Hackman sirvió en el Cuerpo de Marines antes de dedicarse a la actuación. Sus inicios en la industria fueron difíciles, pero su gran oportunidad llegó con el papel de Buck Barrow en Bonnie and Clyde (1967), una película que redefiniría el cine estadounidense de la época. Esta actuación le valió su primera nominación al Oscar, cimentando su estatus como actor de primer nivel.
Hackman dejó un legado cinematográfico impresionante, que incluye una serie de películas icónicas. En The French Connection, su interpretación del detective obsesivo se convirtió en un clásico del cine de acción, mientras que en Unforgiven, su retrato de un sheriff despiadado le aseguró un lugar en la historia del cine occidental. Además, su papel en Mississippi Burning (1988) como un agente del FBI que investiga asesinatos de activistas de derechos civiles también fue aclamado, ganando otra nominación al Oscar.
La noticia de su muerte ha provocado una ola de tributos y recuerdos en redes sociales y medios de comunicación, donde colegas y admiradores han compartido sus condolencias y celebrado su vida y su obra. La huella que dejó Hackman en el cine perdurará, recordándonos su contribución a la industria y su extraordinario talento como actor.