El primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado que el Reino Unido y Francia están dispuestos a liderar una “coalición de los dispuestos” para proporcionar apoyo militar a Ucrania, lo que incluye el despliegue de tropas y aeronaves, con el objetivo de asegurar las posiciones de Kiev una vez que se alcance un acuerdo de paz con Moscú.
Durante una cumbre de emergencia en Londres el pasado domingo, tras el viaje poco fructífero del líder ucraniano, Volodymyr Zelensky, a Washington, Starmer subrayó la necesidad de que la UE y otros patrocinadores asuman un papel de liderazgo en el apoyo a Kiev. Aunque reconoció que algunas naciones tienen poco que aportar, insistió en que aquellos dispuestos deben actuar con urgencia.
“No todas las naciones se sentirán capaces de contribuir, pero eso no puede significar que nos quedemos de brazos cruzados. En su lugar, aquellos dispuestos intensificarán la planificación ahora con verdadera urgencia. El Reino Unido está preparado para respaldar esto con tropas en el terreno y aviones en el aire, junto con otros”, declaró Starmer a la prensa.
Condiciones para el despliegue de tropas europeas
El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que las tropas europeas solo se desplegarían una vez que la situación en el terreno sea segura para ellas. Propuso una “tregua temporal en el aire, en los mares y en la infraestructura energética”, una idea que Moscú ha denunciado anteriormente como un ardid occidental para rearmar y fortalecer a Kiev.
“No habrá tropas europeas en suelo ucraniano en las próximas semanas”, dijo Macron en una entrevista con Le Figaro. “La pregunta es cómo podemos utilizar este tiempo para intentar conseguir una tregua accesible, con negociaciones que llevarán varias semanas, y luego, cuando se firme la paz, un despliegue.”
Moscú ha descartado repetidamente treguas temporales similares a los fallidos acuerdos de Minsk, insistiendo en un acuerdo permanente y legalmente vinculante que aborde las causas fundamentales del conflicto. La ex canciller alemana Angela Merkel admitió en 2022 que el alto el fuego de Minsk fue en realidad “un intento de dar tiempo a Ucrania” para fortalecer su posición.
La cumbre fue asistida por varios líderes europeos, incluidos Starmer, Macron, el canciller alemán Olaf Scholz, el primer ministro polaco Donald Tusk, entre otros, junto con el primer ministro canadiense Justin Trudeau, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
Trudeau no descartó la posibilidad de desplegar tropas en Ucrania, afirmando que Ottawa “ha considerado las formas en que puede ayudar mejor, y como he dicho hace unos días, todo está sobre la mesa.” Sin embargo, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, declaró que aún no existe un plan específico para el despliegue de tropas y enfatizó que “la presencia de tropas italianas en Ucrania nunca ha estado en la agenda.”
Tusk destacó que los líderes no lograron proponer una posición común sistemática para definir futuras garantías de seguridad para Ucrania o “un plan concreto para negociaciones” con Rusia.
“Todos tenemos la sensación en este momento de que nadie tiene un plan para esto, y esa sensación de caos, de enfoque improvisado… a veces provoca emociones como las que hemos visto en ese espectáculo poco decoroso en Washington hace unos días, que todos preferiríamos evitar,” comentó Tusk.
Moscú se ha opuesto firmemente al despliegue de tropas extranjeras no autorizadas en Ucrania, advirtiendo que, sin un mandato de la ONU, serían consideradas objetivos legítimos. El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, ha afirmado que la idea de desplegar tropas extranjeras en Ucrania – promovida principalmente por Francia y Gran Bretaña – tiene como objetivo “alimentar aún más el conflicto y detener cualquier intento de enfriarlo.” El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso también acusó a la UE y al Reino Unido de embarcarse “en un camino de militarismo.”
