
El congresista demócrata Al Green, conocido por ser uno de los primeros en solicitar formalmente el impeachment del expresidente Donald Trump durante su primer mandato, ha manifestado su intención de reanudar este proceso. Green realizó estas declaraciones tras ser expulsado de la Cámara de Representantes por interrumpir el discurso de Trump, en el que se abordaron, entre otros temas, los recortes presupuestarios propuestos por la administración.
Durante su expulsión, Green gritó que el presidente no tiene mandato para recortar Medicaid, una preocupación que ha resonado entre sus electores, quienes temen que los recortes en el presupuesto afecten su cobertura sanitaria. “Estoy trabajando en mis artículos de impeachment”, declaró el congresista, subrayando su convicción de que Trump es un presidente no apto para el cargo, citando sus 34 condenas por delitos graves y sus dos juicios de impeachment, en los que fue absuelto por el Senado.
Recortes en Medicaid y el futuro de la sanidad
El año pasado, Trump fue condenado por 34 delitos relacionados con la falsificación de registros comerciales para ocultar pagos a una actriz de cine para adultos. A pesar de haber sido sometido a juicio político en dos ocasiones, en 2019 y 2021, logró evitar la destitución. Green, que introdujo algunos de los primeros artículos de impeachment contra Trump en 2017, ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de la idoneidad del expresidente para ejercer el cargo.
En su intervención, Green enfatizó que el presupuesto de Trump prevé recortes significativos en Medicaid, un programa que proporciona atención médica a millones de estadounidenses. Aunque los republicanos han defendido que no se planean recortes en este programa, el futuro de Medicaid ha suscitado inquietudes entre los legisladores y los ciudadanos. En un contexto más amplio, el mes pasado, los republicanos aprobaron planes de gasto que prevén recortes presupuestarios masivos en la próxima década, con un enfoque particular en el Comité de Energía y Comercio, que supervisa Medicaid.
Trump, por su parte, ha asegurado que programas como la Seguridad Social y Medicaid no se verán afectados por sus planes de reducción del gasto federal. En una entrevista reciente, afirmó que “ninguna de esas cosas va a ser tocada”, lo que contrasta con las preocupaciones expresadas por algunos miembros de su propio partido sobre el futuro de estos programas esenciales.