Foot Locker ha anticipado un nuevo año de descuentos profundos en la industria del calzado deportivo, en gran parte debido a la situación con su principal socio de marca, Nike. La empresa ha informado que, aunque ha superado las expectativas de ganancias en el último trimestre, las ventas han caído por debajo de lo esperado. Para el ejercicio fiscal 2025, Foot Locker prevé que los beneficios se sitúen por debajo de las estimaciones de Wall Street, a pesar de que la proyección de ventas comparables ha mostrado un ligero optimismo.
Resultados financieros y proyecciones
En su cuarto trimestre fiscal, Foot Locker reportó ingresos de 2.25 mil millones de dólares, una caída del 6% respecto al año anterior, aunque su beneficio neto alcanzó los 49 millones de dólares, una mejora notable en comparación con la pérdida de 389 millones de dólares del año anterior. A pesar de este resurgimiento, las proyecciones de ganancias ajustadas para el próximo año se sitúan entre 1.35 y 1.65 dólares por acción, por debajo de las expectativas del mercado, que alcanzan los 1.77 dólares.
La CEO, Mary Dillon, ha destacado que, a pesar de las presiones promocionales en el mercado, su estrategia “Lace Up Plan” está resonando con los clientes y socios de marca. No obstante, la continua dependencia de descuentos profundos para liquidar inventario estancado por parte de Nike está afectando a Foot Locker, dado que aproximadamente el 60% de sus ventas provienen de esta marca.
Es evidente que la estrategia de Nike implica un esfuerzo por recuperar el crecimiento, pero la realidad del mercado actual plantea desafíos. El enfoque en la venta de productos a precios plenos contrasta con la necesidad de liquidar existencias, lo que complica el panorama para aquellos que operan dentro de un modelo de negocio multicanal.
A pesar de estos retos, Foot Locker está realizando esfuerzos significativos para diversificar su mezcla de marcas, trabajando con empresas emergentes y tradicionales. La remodelación de su red de tiendas, que aún representa el 80% de sus ventas, será fundamental en su estrategia futura, aunque se espera que el número de tiendas disminuya un 4% en el próximo ejercicio fiscal.
Por otro lado, el desempeño en la región de Asia-Pacífico ha sido preocupante, con una caída del 14.1% en las ventas, lo que ha llevado a la empresa a cerrar operaciones en varios países y depender de terceros para su gestión en otros. Estas decisiones reflejan una adaptación a un entorno comercial en constante cambio, donde la flexibilidad y la capacidad de respuesta son esenciales para la supervivencia.
