El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, se encuentra en el centro de la controversia tras la gestión de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó gravemente a la región el pasado 29 de octubre. La presión ejercida por la opinión pública y los medios de comunicación ha llevado a Mazón a solicitar más tiempo a la dirección nacional del Partido Popular, encabezada por Alberto Núñez Feijóo. Según informaciones de La Razón, este movimiento tiene como objetivo «limpiar» su imagen política y revertir el clima de descontento que rodea su figura, a la espera de que la implementación del plan de reconstrucción contribuya a mejorar su percepción pública.
En el contexto de esta crisis, se ha puesto de manifiesto la importancia de la coordinación en situaciones de emergencia. La Generalitat Valenciana ha respondido a la investigación judicial sobre la reunión del Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi) del 29 de octubre, asegurando que se llevó a cabo de manera simultánea, tanto de forma telemática como presencial, sin interrupciones. La documentación presentada ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Catarroja indica que, aunque el Cecopi no es un órgano colegiado según la Ley 40/2015 y no dispone de actas oficiales, se ha solicitado un informe al director general de Emergencias y Extinción de Incendios, Alberto Javier Martín.
El informe detalla que la reunión del Cecopi comenzó a las 17:00 y centró su atención en la amenaza sobre la presa de Forata, después de que la Confederación Hidrográfica del Júcar alertara sobre su posible colapso en un corto plazo. A las 18:05, la CHJ comunicó oficialmente la situación de emergencia, lo que llevó a la Generalitat a notificar a los municipios afectados mediante un informe masivo. También se evaluaron diversas formas de alertar a la población, incluyendo el sistema ES-Alert, activado tras la advertencia del secretario de Estado de Medio Ambiente. Un informe del 112 confirma que la videollamada del Cecopi se mantuvo activa sin interrupciones, lo que refuta las sospechas de cortes durante la reunión y subraya la complejidad de la gestión de emergencias en la comunidad.
