169 views 5 mins 0 comments

Descubren en Patagonia una bacteria púrpura que podría revelar secretos del origen de la vida en la Tierra

In Sin categoría
marzo 06, 2025

En la región de la Patagonia, en el sur de Chile, se encuentran lo que algunos locales denominan «piedras vivas». Sin embargo, para Veronica Godoy-Carter, profesora asociada de biología y bioquímica en la Universidad Northeastern, la realidad es más compleja. Según explica, estos no son más que «gigantescos biofilms que tienen miles de millones de años».

Para poner esto en perspectiva, se estima que la Tierra tiene aproximadamente 4.5 mil millones de años, lo que significa que estas «piedras», que en realidad son biofilms bacterianos (una capa de bacterias de solo unos pocos centímetros de grosor), han existido durante un tiempo extraordinariamente prolongado. Con el paso de los eones, estos biofilms se han acumulado y calcificado, formando estructuras que se asemejan a rocas, conocidas como estromatolitos, que preceden a la humanidad, a nuestros ancestros primates, e incluso quizás a la vida multicelular.

Recientemente, Godoy-Carter ha secuenciado el genoma de una de estas colonias bacterianas, perteneciente a un género llamado Janthinobacterium, que se encuentra en suelos y aguas, y que destaca por su color violeta. Este trabajo ha sido publicado en la revista Microbiology Resource Announcements.

Una expedición patagónica

La emoción de Godoy-Carter es palpable. «Las bacterias son los organismos más fascinantes de la Tierra. Ellas pueden vivir sin nosotros, pero nosotros no podemos vivir sin ellas», afirma. Su investigación se centra en cómo las bacterias se adaptan a los cambios en su entorno, especialmente en su respuesta al daño en el ADN y las mutaciones que pueden o no ocurrir como consecuencia de dicho daño.

En 2018, Godoy-Carter lideró un grupo de estudiantes e investigadores de Northeastern en un viaje a la Patagonia, donde visitaron estas «piedras vivas» y buscaron bacterias únicas. Durante esta expedición, encontraron una bacteria de color brillante cuyo biofilm era lo suficientemente fuerte como para actuar como tapa sobre un tubo de ensayo, conteniendo el líquido en su interior.

El Janthinobacterium que Godoy-Carter y su equipo aislaron también es un extremófilo, capaz de sobrevivir a temperaturas gélidas. «Forma comunidades multicelulares que son increíblemente robustas», explica Godoy-Carter. «Se cree que estas formaciones hechas por bacterias son, prácticamente, las primeras células vivas organizadas en la Tierra».

Si bien su trabajo aún se encuentra en las primeras etapas, Godoy-Carter asegura que hay «muchas cosas emocionantes por hacer». Con los biofilms, se podrían desarrollar plásticos nuevos, nuevos textiles, e incluso textiles que incorporen el pigmento de la bacteria, el cual podría tener propiedades protectoras contra la radiación ultravioleta.

La elección de estudiar esta bacteria púrpura no es casual. Godoy-Carter confiesa con una risa: «Siempre he querido obtener una bacteria púrpura, y lo logré». El pigmento que produce la bacteria probablemente ayuda a protegerla de la radiación ultravioleta procedente del sol.

El siguiente paso, según explica, es averiguar si se puede trabajar molecularmente con la bacteria original. Las bacterias extraídas de entornos naturales «son muy difíciles de manejar porque tienen sus propios sistemas y no están familiarizadas con el laboratorio. Tienen tendencia a cambiar y a cerrarse», señala. Ahora que Godoy-Carter y su equipo han secuenciado el genoma de Janthinobacterium, podrán aislar los genes que más les interesan estudiar, y efectivamente integrarlos en otras bacterias que son más amigables en un entorno de laboratorio.

El entusiasmo por el descubrimiento también se ha hecho sentir entre los estudiantes que participaron en la expedición. «Sienten que están contribuyendo a la ciencia—y lo están», concluye Godoy-Carter.

/ Published posts: 9432

Diario obrero y republicano fundado el 14 de Abril de 2006.