
El cese de la compartición de datos de calidad del aire por parte de EE.UU. genera preocupación a nivel global
El gobierno de Estados Unidos ha decidido cesar la compartición de datos sobre la calidad del aire que se recopilaban en sus embajadas y consulados, una medida que ha suscitado la inquietud de científicos y expertos locales. Esta iniciativa, que permitía el monitoreo de la calidad del aire a nivel global, era considerada vital para mejorar la salud pública en diversas regiones del mundo. Según declaraciones del Departamento de Estado, el programa de monitoreo de la calidad del aire ya no transmitirá datos sobre la contaminación del aire a plataformas como AirNow, lo que limita el acceso a información crucial tanto para ciudadanos como para investigadores.
La interrupción en la compartición de datos se debe a restricciones presupuestarias que han llevado al Departamento a desactivar la red subyacente que hacía posible este intercambio. No obstante, el comunicado indica que las embajadas y consulados deben mantener sus monitores operativos y que la compartición de datos podría reanudarse si se restablecen los fondos. Esta reducción de recursos, que ha sido destacada por varios medios, forma parte de una serie de recortes aplicados durante la administración del expresidente Donald Trump, que ha priorizado otras áreas en detrimento de las iniciativas ambientales y climáticas.
Entre los datos que dejaremos de recibir se encuentran las mediciones de material particulado fino, conocido como PM2.5, que puede penetrar en los pulmones y provocar enfermedades respiratorias, problemas cardíacos y muertes prematuras. La Organización Mundial de la Salud estima que la contaminación del aire causa alrededor de siete millones de muertes al año. Expertos en contaminación del aire han calificado la pérdida de estos datos como un «gran golpe» para la investigación sobre la calidad del aire, ya que estos sensores eran una referencia indispensable para entender la situación ambiental en muchas naciones en desarrollo y servían como una fuente de datos imparcial para contrastar con redes locales.