
Un nuevo intento de alunizaje privado en la Luna
El próximo jueves, a las 12:32 p.m. (hora del Este de EE. UU.), un nuevo vehículo espacial desarrollado por la empresa texana Intuitive Machines intentará aterrizar en la Luna. Este módulo robótico, denominado Athena, fue lanzado al espacio el 26 de febrero y ha estado en un viaje hacia nuestro satélite natural durante la última semana. Con unas dimensiones similares a las de un lavavajillas y equipado con seis patas, Athena tiene como objetivo aterrizar en la región polar sur lunar y llevar a cabo una investigación durante una semana para determinar la posible presencia de hielo de agua bajo la superficie lunar.
Este intento de alunizaje se produce solo cinco días después de que otro módulo robótico, construido por Firefly Aerospace, también de Texas, lograra aterrizar en la cara visible de la Luna, en una vasta cuenca de 350 millas de ancho. Ambas misiones forman parte del programa Commercial Lunar Payload Services de la NASA, diseñado para fomentar el desarrollo de módulos de aterrizaje por parte de empresas privadas. Este programa involucra a más de una docena de compañías estadounidenses y es un componente clave en la ambición de la NASA de regresar a los astronautas a la Luna en un futuro próximo.
La misión de Athena marca el segundo intento de alunizaje para Intuitive Machines, que hizo historia en febrero de 2024 al convertirse en la primera compañía en lograr aterrizar una nave espacial construida comercialmente en la Luna, además de ser el primer vehículo estadounidense en tocar el satélite desde la misión Apollo 17 en 1972. En esta ocasión, Athena aterrizará en una meseta de una montaña plana llamada Mons Mouton, con el objetivo de investigar áreas que podrían contener hielo de agua, un recurso esencial para futuras misiones tripuladas. Athena transportará varios rovers, incluyendo MAPP, diseñado para capturar imágenes en 3D del terreno, así como un pequeño rover llamado «AstroAnt» que evaluará la salud del MAPP y tomará lecturas de temperatura. Además, se planea desplegar un dron, conocido como Grace, que explorará la zona de aterrizaje en busca de trazas de hidrógeno y depósitos de hielo.