Recientemente, el mercado laboral en Estados Unidos ha enviado señales mixtas, lo que ha aumentado la inquietud entre los inversores que ya se encuentran en un estado de alerta ante las posibles consecuencias que los aranceles pueden tener sobre la inflación y el crecimiento económico. Según diversas encuestas, los trabajadores se sienten cada vez más inseguros acerca de su situación laboral y son menos propensos a buscar nuevas oportunidades, a pesar de que, en términos generales, la tasa de desempleo se mantiene en niveles históricamente asociados con un mercado laboral robusto.
Fundamentos sólidos
Tom Porcelli, economista jefe en PGIM Fixed Income, ha comentado que, a pesar de que los fundamentos de la economía estadounidense se mantienen relativamente sólidos, existen indicios de que se están formando grietas. La reciente publicación de indicadores de sentimiento, que contrasta con los datos tradicionales de creación de empleo, revela un panorama más sombrío que podría presagiar tiempos difíciles. La última semana, el Departamento de Trabajo de EE.UU. publicará su informe de nómina no agrícola, el cual se espera muestre una creación de 170,000 empleos en febrero, un leve aumento respecto a los 143,000 de enero.
Sin embargo, la firma de recolocación Challenger, Gray & Christmas ha reportado un aumento significativo en los anuncios de despidos, alcanzando niveles no vistos desde julio de 2020. Este aumento se ha atribuido en parte a las políticas del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk, que busca reducir el tamaño de la fuerza laboral federal. Se estima que más de 62,000 despidos están relacionados con estas decisiones.
Caída de la confianza del consumidor
Un reciente informe del Conference Board indicó una caída inesperada en la confianza del consumidor, coincidiendo con el aumento de encuestados que anticipan menos empleos disponibles y una mayor dificultad para conseguirlos. Esta desconfianza puede convertirse en una profecía autocumplida dentro del ámbito económico, afectando tanto la disposición de los trabajadores a buscar nuevas oportunidades como la de los empleadores a contratar.
En este contexto, algunos economistas han elevado las estimaciones sobre el impacto de los despidos relacionados con DOGE, sugiriendo que podrían reducir la fuerza laboral en medio millón de puestos o más. A pesar de que Goldman Sachs prevé que estos despidos solo disminuirán el número total de nóminas en unos 10,000 empleos, el panorama general se ve afectado por la sensación de inseguridad que se extiende entre la población trabajadora.
En términos de crecimiento salarial, se espera que los datos revelen un incremento de un 0.3% en las ganancias por hora, lo que representaría un aumento interanual del 4.2%. Estos números, aunque positivos, deben ser analizados en un contexto más amplio que considere las tensiones subyacentes en la economía estadounidense y la repercusión de las políticas gubernamentales en la percepción de estabilidad laboral.
