
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha advertido que los estados europeos deben estar preparados ante la posibilidad de que Estados Unidos no brinde su apoyo en caso de conflicto. En este contexto, Macron ha planteado la posibilidad de utilizar el arsenal nuclear de Francia para proteger a sus aliados en Europa, una declaración que surge en un momento de creciente preocupación entre los miembros de la OTAN sobre la fiabilidad de la defensa estadounidense bajo la administración de Donald Trump.
Recientemente, el canciller designado de Alemania, Friedrich Merz, sugirió que Gran Bretaña y Francia podrían extender su protección nuclear a Alemania, en respuesta a las tensiones entre Rusia y la OTAN en relación con Ucrania. Merz destacó que tales propuestas habían quedado sin respuesta en el pasado.
Debate estratégico sobre la defensa europea
Durante un discurso, Macron expresó su disposición a abrir un debate estratégico sobre la protección de los aliados europeos mediante un sistema de disuasión nuclear. “En respuesta a la apelación histórica del futuro canciller alemán, he decidido abrir un debate estratégico sobre la protección de nuestros aliados en el continente europeo a través de un disuasor nuclear”, declaró el presidente francés.
Macron también reconoció que los ciudadanos franceses están “legítimamente preocupados” por la “nueva era” que representa la presidencia de Trump. “Quiero creer que Estados Unidos estará a nuestro lado, pero debemos estar preparados para que eso no sea así”, añadió.
La administración Trump ha exigido a los aliados europeos que contribuyan más a su propia defensa, rompiendo con la tradición de apoyo incondicional que había caracterizado a la OTAN. Este cambio de enfoque ha llevado a muchos países europeos a cuestionar su dependencia de Estados Unidos para su seguridad, especialmente en un contexto de creciente agresividad por parte de Rusia.
El presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, subrayó en una carta a los estados miembros que “Europa enfrenta un peligro claro y presente a una escala que ninguno de nosotros ha visto en nuestra vida adulta”. Esta declaración refleja la creciente inquietud en el continente europeo ante la posibilidad de un conflicto a gran escala.
Por su parte, Trump ha enfatizado que su prioridad es lograr un alto el fuego entre Moscú y Kiev, buscando evitar que el conflicto se convierta en una guerra a gran escala entre potencias nucleares. En una reciente discusión en la Casa Blanca, Trump acusó al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, de “jugar con la Tercera Guerra Mundial”.
Desde Moscú, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, ha criticado a la OTAN por lo que considera una política de provocación, afirmando que el suministro de armas occidentales a Ucrania aumenta el riesgo de una escalada peligrosa. “Creemos que las armas nucleares son instrumentos de disuasión y prevención de una guerra nuclear. Así es como abordamos este tema”, comentó Lavrov el año pasado.