
La espiritualidad ha sido tradicionalmente considerada como un camino hacia la paz y la inspiración. Sin embargo, un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Viena pone de manifiesto una realidad menos explorada: muchas personas experimentan aburrimiento durante las prácticas espirituales, lo que puede tener consecuencias significativas en su efectividad. Este hallazgo, publicado en la revista Communications Psychology, abre un nuevo campo de investigación y ofrece valiosas perspectivas sobre un fenómeno que hasta ahora ha sido poco atendido.
A pesar de que el aburrimiento es un tema ampliamente estudiado en la actualidad, el aburrimiento espiritual ha sido ignorable en la investigación. Los psicólogos de la Universidad de Viena y la Universidad de Essex han decidido abordar este «punto ciego», descubriendo que el aburrimiento es una experiencia común durante las prácticas espirituales y que puede tener efectos negativos claros.
Teoría del control y valor como base del estudio
La teoría del control y valor (CVT) sirvió como marco académico para la investigación. Esta teoría sostiene que el aburrimiento, una emoción aversiva caracterizada por la alteración de la percepción del tiempo, pensamientos errantes y el deseo de escapar de la situación actual, es impulsado principalmente por dos factores: el control percibido sobre la actividad en curso y el valor subjetivo que le atribuimos.
Según Thomas Götz, autor principal del estudio, «el aburrimiento se desarrolla cuando nos sentimos sobrecargados o subcargados por una actividad, lo que indica un nivel de control inadecuado. También surge cuando consideramos que el valor de la actividad es bajo».
En un estudio a gran escala que analizó cinco contextos espirituales típicos—yoga, meditación, retiros silenciosos, sermones católicos y peregrinaciones—los investigadores examinaron a más de 1,200 adultos. Los resultados muestran que los desencadenantes centrales del aburrimiento espiritual son, de hecho, la sensación de estar sobrecargado o subcargado y la falta de relevancia personal en la práctica espiritual.
Ambos factores afectan negativamente la motivación y la atención plena durante la práctica, lo que puede disminuir seriamente sus efectos positivos. «Nuestra investigación revela que el aburrimiento en contextos espirituales puede representar un obstáculo significativo que reduce el poder transformador de estas prácticas», afirma Götz.
En tiempos de crisis global, como la crisis climática y tensiones sociales, cada vez más personas buscan orientación a través de la práctica espiritual. No obstante, el estudio indica que el aburrimiento percibido puede inhibir este proceso de búsqueda.
Götz enfatiza la importancia de adaptar individualmente las prácticas espirituales y de reiterar su relevancia y significado para potenciar su valor transformador en nuestra sociedad. A partir de la CVT, el equipo de investigación sugiere personalizar mejor estas prácticas y responder adecuadamente a las necesidades de quienes las realizan. «Los maestros espirituales deberían mantener un diálogo activo con los participantes sobre la sensación de estar sobrecargados o subcargados. Además, deben resaltar la relevancia de la práctica espiritual para una vida plena», concluye Götz. Estas medidas podrían contribuir a reducir el aburrimiento espiritual y maximizar los efectos positivos de estas prácticas.
Este primer estudio sobre el aburrimiento espiritual ha abierto un campo de investigación completamente nuevo. El equipo de investigación ha realizado una contribución importante para demostrar los efectos negativos del aburrimiento en el contexto espiritual.