Las emprendedoras en la industria tecnológica enfrentan desafíos únicos, en un sector que sigue dominado por hombres. Un estudio reciente publicado en el Strategic Entrepreneurship Journal revela que las fundadoras femeninas sufren sesgos de género durante el proceso de reclutamiento, siendo percibidas como menos competentes, menos asertivas y menos cálidas en comparación con sus homólogos masculinos.
Esto se traduce en que las nuevas empresas lideradas por mujeres son vistas como menos capaces de crecer y empoderar a sus empleados. Sin embargo, los investigadores encontraron que un equipo de liderazgo con equilibrio de género puede ayudar a contrarrestar estos sesgos y hacer que la empresa sea más atractiva para los candidatos a empleo.
Investigación sobre la percepción de las emprendedoras en tecnología
El equipo de investigación, compuesto por Vartuhi Tonoyan de la Universidad Estatal de California, Fresno; Robert Strohmeyer de la Universidad de Mannheim; y Jennifer Jennings de la Universidad de Alberta, observó que había una escasez de estudios sobre las llamadas «tokens femeninas» en sectores industriales dominados por hombres, como es el caso de la tecnología. Su objetivo fue entender si estas emprendedoras son objeto de discriminación por parte de los buscadores de empleo y, de ser así, por qué.
Para abordar estas cuestiones, utilizaron datos recolectados como parte de una línea de investigación más amplia sobre la adquisición de talento por parte de startups, lanzada en el otoño/invierno de 2020-2021. El experimento aleatorio se llevó a cabo a través de una plataforma laboral en línea que ofrecía trabajos remunerados a trabajadores en línea.
Los 777 encuestados recibieron una descripción ficticia de un trabajo de una startup tecnológica diseñada para imitar publicaciones encontradas en plataformas de búsqueda de empleo como ZipRecruiter. El escenario descrito se situaba en la industria de ciberseguridad, desarrollando software para contrarrestar el aumento de ataques de ransomware.
Algunos participantes recibieron descripciones de trabajo que presentaban a un emprendedor masculino (Michael Woods), mientras que otros recibieron descripciones con una emprendedora femenina (Jessica Woods). Ambos emprendedores tenían antecedentes e conocimientos idénticos en la industria y patentaron la misma invención. La única diferencia era su género.
Los hallazgos mostraron que las empresas lideradas por la emprendedora ficticia femenina tenían menos probabilidades de atraer a empleados potenciales, a pesar de que las empresas dirigidas por Michael y Jessica tenían exactamente el mismo modelo de negocio y sus trayectorias eran idénticas.
Los investigadores se sorprendieron al descubrir que, en un entorno predominantemente masculino, las fundadoras femeninas eran percibidas no solo como menos competentes, sino también como frías, un hallazgo que contradice la percepción general de que las mujeres son vistas como más cálidas que los hombres en otros contextos.
Este estereotipo afecta negativamente la viabilidad económica percibida y el potencial de empoderamiento de los empleados en las firmas tecnológicas dirigidas por mujeres emprendedoras. Para contrarrestar estas percepciones negativas, los investigadores sugieren que un equipo de liderazgo diverso podría ser la clave. Esto podría incluir un equipo de gestión superior liderado por una mujer, con una cantidad equitativa de hombres y mujeres, o un equipo completamente masculino con un fundador femenino. Curiosamente, los equipos completamente femeninos (es decir, aquellos liderados por una emprendedora con tres cofundadoras mujeres) obtuvieron las puntuaciones más desfavorables, lo que refuerza la necesidad de elegir equipos de liderazgo diversos.
Esta estrategia podría mitigar algunos de los sesgos existentes y enviar señales más positivas a los interesados en la empresa, lo que podría ser crucial en un sector donde las mujeres aún luchan por ser reconocidas en igualdad de condiciones.
