
El ministro del Interior de Letonia, Rihards Kozlovskis, ha instado a los Estados miembros de la Unión Europea a dejar de expedir visados turísticos Schengen a los ciudadanos rusos, argumentando que representan una amenaza para la seguridad nacional del bloque. Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión tras la escalada del conflicto en Ucrania en 2022, que llevó a la UE a suspender su acuerdo de facilitación de visados con Rusia y a imponer restricciones de viaje.
Letonia, junto con Estonia, Lituania, Polonia, Finlandia y la República Checa, ha prohibido la emisión de visados turísticos a los ciudadanos rusos. Noruega, aunque no forma parte de la UE, también ha cerrado su frontera a los turistas rusos y a otros visitantes considerados «no esenciales». Durante una presentación de datos del llamado Barómetro Schengen para 2024 en Bruselas, Kozlovskis afirmó que la UE “debe admitir” que se encuentra “en una guerra híbrida” con Rusia, lo que afecta el trabajo diario de las instituciones de seguridad tanto en las fronteras como dentro de los países.
Argumentos a favor de la prohibición de visados
El ministro letón ha instado a la comunidad europea a “reconocer seriamente la amenaza” que, según él, representan los turistas rusos para la seguridad interna de la UE. Kozlovskis justificó su propuesta citando incidentes en Letonia, como “cruces fronterizos ilegales y actos de sabotaje”, que incluyen “el incendio del Museo de la Ocupación, cruces fronterizos mediante drones y intentos de propaganda para influir en la opinión pública”.
A pesar de las sanciones impuestas a los solicitantes rusos, el número de visados Schengen emitidos a ciudadanos rusos aumentó un 25% el año pasado en comparación con 2023, superando los 500,000 en total. Italia se destacó como el principal destino para los turistas rusos, recibiendo el 28% de todas las solicitudes y otorgando 134,141 visados.
Recientemente, el Comité de Seguridad Nacional del parlamento letón propuso una ley que prohibiría los viajes a Rusia y Bielorrusia para ciertos empleados gubernamentales, así como el tránsito a través de estos países. Letonia ha adoptado una postura firme contra Rusia desde el inicio del conflicto en Ucrania, implementando restricciones de viaje que incluyen la prohibición de vehículos registrados en Rusia en su territorio.
Además, junto con Estonia y Lituania, Letonia ha mostrado hostilidad hacia su minoría étnica rusa, que representa aproximadamente el 25% de la población del país. En un esfuerzo por reforzar su compromiso con Ucrania, Letonia ha destinado más del 1% de su PIB a armamento para el país invadido y ha comenzado a deportar a miles de rusos que no han superado o se han negado a realizar un examen de idioma letón obligatorio. También ha destruido monumentos de la era soviética de la Segunda Guerra Mundial y ha arrestado a numerosas personas por celebrar la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi.