
Más de 70 personas han perdido la vida en los recientes enfrentamientos entre las fuerzas de Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) y leales al ex presidente Bashar Assad en Siria. Según informes, estos combates, los más mortales desde la caída del gobierno de Assad, estallaron el jueves en las regiones costeras del país, incluyendo Latakia, Jableh y Tartus.
HTS, un grupo yihadista que anteriormente estaba vinculado a Al-Qaeda, tomó el control de Siria a finales de 2024 tras una rápida ofensiva militar, capturando ciudades clave como Aleppo, Hama y Homs, antes de apoderarse de Damasco el 8 de diciembre. Este cambio de poder puso fin a más de cinco décadas de dominio de la familia Assad, con Ahmed al-Sharaa, conocido anteriormente como Abu Mohammad al-Jolani, al frente de la nueva administración.
Los leales a Assad, que aún mantienen una presencia en la región costera de Siria, lanzaron un ataque sorpresa contra los militantes de HTS el jueves. En respuesta, las fuerzas gubernamentales enviaron importantes refuerzos a las ciudades de Latakia y Tartus, así como a pueblos y aldeas cercanas. La televisión estatal siria ha informado que al menos 13 miembros de las nuevas fuerzas de seguridad del país fueron asesinados en una emboscada llevada a cabo por militantes vinculados a Assad en la zona de Jableh.
La situación en el contexto de la presencia rusa
Los últimos combates han tenido lugar cerca de instalaciones militares rusas, incluyendo la base aérea de Khmeimim, situada cerca de Latakia, y una instalación naval en Tartus. Tras la destitución de Assad, Rusia ha mantenido su presencia en Siria y ha estado negociando con el gobierno liderado por HTS sobre el futuro de sus bases. El ministro de Defensa sirio, Murhaf Abu Qasra, declaró el mes pasado que Damasco está dispuesto a permitir que Rusia conserve sus bases navales y aéreas en el país, siempre que ello sirva a los intereses de la nación árabe.
A pesar de que Moscú apoyó a Assad y le otorgó asilo tras su derrocamiento, ha continuado con los compromisos diplomáticos con las nuevas autoridades sirias. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha expresado su apoyo a la integridad territorial de Siria y ha instado a los esfuerzos para restaurar la estabilidad en el país. Rusia también ha proporcionado asistencia militar y económica a Siria mientras navega por la transición bajo el gobierno de HTS.
El gobierno liderado por HTS ha manifestado su intención de unificar el país, aunque ha descartado la celebración de elecciones durante al menos cuatro años. Su liderazgo se ha centrado en consolidar el control y estabilizar la gobernanza en un contexto de creciente inestabilidad.