
Nuevo fracaso en el programa de SpaceX: Starship no alcanza su altitud planificada
SpaceX llevó a cabo el jueves su octavo vuelo de prueba del cohete Starship, pero un mal funcionamiento provocó el apagado prematuro de varios motores del segmento superior, impidiendo que alcanzara la altitud suborbital prevista. La misión terminó en una espectacular desintegración del vehículo, que se descompuso en una lluvia de escombros. Este incidente marca la segunda falla consecutiva del segmento superior de Starship, un vehículo fundamental para los planes de la NASA de devolver astronautas a la Luna en los próximos años.
Los comentaristas de SpaceX, Dan Huot y Kate Tice, afirmaron que este tipo de pruebas son esenciales para el aprendizaje y que, a pesar de los contratiempos, el equipo está comprometido a seguir adelante. Huot destacó la importancia de analizar los datos obtenidos durante el vuelo para comprender las causas del fallo. Por su parte, Tice recordó que en programas de desarrollo como el de Starship, el progreso no siempre es lineal y se requieren múltiples intentos para perfeccionar la tecnología.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha iniciado una investigación sobre el incidente y, como medida de precaución, se suspendieron temporalmente los vuelos en varios aeropuertos de Florida debido al riesgo de escombros en el área. Aunque las operaciones se han reanudado, se registraron retrasos de aproximadamente 45 minutos en los aeropuertos de Miami y Fort Lauderdale. SpaceX, tras el evento que describió como «una rápida desintegración no programada», comenzó a coordinarse con las autoridades de seguridad para aplicar respuestas de contingencia preestablecidas.