Descubrimiento del cráter más antiguo del mundo en Australia
Geólogos han realizado un hallazgo sin precedentes al descubrir el cráter de impacto más antiguo conocido en el mundo, ubicado en la región de Pilbara, en el oeste de Australia. Un análisis exhaustivo de las capas de roca de esta zona sugiere que el cráter, con un diámetro de al menos 100 kilómetros, se formó tras el impacto de un gran meteorito que colisionó con la Tierra hace aproximadamente 3.47 mil millones de años, en una época en la que nuestro planeta estaba casi completamente cubierto de agua. Este descubrimiento amplía el récord del cráter de impacto más antiguo conocido en la Tierra en más de mil millones de años, superando al cráter de Yarrabubba, también situado en Australia Occidental.
El profesor Chris Kirkland de la Universidad Curtin, quien lideró la investigación, ha destacado la importancia de este hallazgo en la comprensión de la Tierra primitiva, afirmando que «dada la rareza de este tipo de evidencia debido a los procesos de reciclaje geológico de la Tierra, este es un gran avance». Los investigadores estiman que el meteoro que causó el cráter se desplazaba a una velocidad de 36,000 kilómetros por hora, dispersando escombros a lo largo del planeta. A pesar de la magnitud destructiva del evento, Kirkland sostiene que el cráter resultante podría haber desempeñado un papel crucial en el fomento de la vida temprana, ofreciendo pistas sobre el origen de la vida en nuestro planeta.
Durante sus estudios en mayo de 2021, Kirkland y su equipo identificaron evidencias del cráter en una zona conocida como North Pole Dome. Encontraron rocas distintivas en forma de conos invertidos, conocidas como «shatter cones», que son evidencia directa de un evento de impacto antiguo. Estas estructuras, excepcionalmente bien conservadas, miden varios cientos de metros, lo que respalda la teoría de un evento de impacto significativo. A medida que continúen las investigaciones en la región, se espera que el análisis de estas formaciones confirme la existencia y dimensiones del cráter, abriendo la puerta a una mayor comprensión sobre los impactos y su influencia en la evolución de la Tierra y la vida.
