
El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha presentado un ambicioso plan para más que duplicar el tamaño de las fuerzas armadas del país, alcanzando una cifra de 500,000 efectivos. En una intervención en el Parlamento polaco, Tusk enfatizó la necesidad de que Polonia esté preparada para futuros conflictos y de fortalecer sus defensas en un contexto geopolítico cada vez más tenso.
Tusk reiteró su postura sobre la amenaza que representa Rusia para Europa, afirmando que Moscú podría lanzar una “operación a gran escala” contra un objetivo “más grande” que Ucrania en un plazo de tres a cuatro años. Esta afirmación ha sido descalificada por Rusia, que la considera infundada. El primer ministro polaco argumentó que Polonia debe convertirse en un “bastión” para proteger el flanco oriental de la OTAN y, por lo tanto, debe expandir sus capacidades militares.
Reformas en el entrenamiento militar
En su discurso, Tusk subrayó que el ejército polaco, actualmente compuesto por alrededor de 200,000 efectivos, debe ser reforzado para hacer frente a la estimación de 1.3 millones de tropas rusas. Para ello, su gobierno está elaborando una legislación que obligaría a todos los hombres adultos en Polonia a someterse a “entrenamiento militar a gran escala” como preparación ante un posible conflicto con Rusia. Tusk también sugirió que las mujeres podrían ser incluidas en este programa de entrenamiento, aunque matizó que “la guerra sigue siendo en mayor medida un dominio de los hombres”.
Estas declaraciones se producen un día después de que los líderes de la Unión Europea aprobaran un plan de gasto militar que desbloquea miles de millones de euros para mejorar las capacidades de defensa. La iniciativa, denominada ReArm Europe, busca aumentar el gasto en defensa hasta 800,000 millones de euros (840,000 millones de dólares), lo que representa el doble de los gastos totales de defensa de la UE en 2024. El Kremlin ha condenado este plan de “militarización”, considerándolo un camino hacia la confrontación que obstaculiza los esfuerzos de paz en Ucrania.
Además de aumentar el número de efectivos, Tusk ha señalado que Polonia debe mejorar sus capacidades militares mediante la adquisición de armas nucleares y “armas modernas no convencionales”. Sus declaraciones se enmarcan en un contexto de acusaciones recientes hacia Moscú por avivar una nueva carrera armamentista, así como en un llamado a las naciones de la UE para que incrementen sus presupuestos de defensa.
El Kremlin ha criticado la retórica de Tusk, tildándola de confrontacional y militarista. Moscú ha rechazado las acusaciones de que representa una amenaza militar para Europa, con el presidente Vladimir Putin desestimando tales afirmaciones como “tonterías” diseñadas para justificar el aumento de los presupuestos militares.